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Nadal derrota a Djokovic en una noche épica en París

Nadal derrota a Djokovic en una noche épica en París

Actualizado el 01/06/2022 06:23                Compartir

El rey volvió para reclamar su trono. Rafael Nadal alcanzó este martes las semifinales de Roland Garros gracias a una noche épica, desmontando al vigente campeón Novak Djokovic por 6-2, 4-6, 6-2, 7-6(4) tras cuatro horas y 12 minutos de duelo para subrayar su grandeza en el Grand Slam parisino. La leyenda española sigue más viva que nunca y remarcó una realidad: su cita con la eternidad de ningún modo ha terminado.

"Estoy muy emocionado. Es increíble jugar aquí. Gracias a todos por un apoyo increíble", dijo Nadal bajo los vítores de la grada. "Todos saben lo importante que es para mí este torneo, es el más importante de mi carrera. Sentir todo vuestro apoyo es muy especial".

El mallorquín, que busca extender su liderazgo histórico con una 22ª corona individual de Grand Slam, dio un paso fundamental en la pista Philippe Chatrier, colocándose entre los cuatro más fuertes del torneo con una seguridad asombrosa. Tras acudir al quinto set ante Felix Auger-Aliassime en la ronda anterior, Nadal ofreció un partido monumental para colocarse a dos pasos del trofeo.

"Ha sido un partido muy duro. Novak es uno de los mejores de la historia", explicó el español. "Siempre que nos enfrentamos es un gran desafío, hoy ha sido otro. Ganar a Novak solo es posible jugando a tu mejor nivel. Hoy ha sido una de esas noches soñadas con un nivel inesperado".

La noche arrojó a Nadal a un partido repleto de trampas. La caída del sol privó a la pelota de su curva habitual, un atributo fundamental en el ataque del español. La presencia del No. 1 al otro lado de la cinta fue la mayor amenaza posible, el único que ha logrado derrotarle múltiples veces en París. Y la pesadez de la pista, todo un test para su maltrecho pie izquierdo, obligó a multiplicar los apoyos como nunca, convirtiendo el duelo en una infinita batalla de resistencia.

El primer juego del partido fue toda una declaración de intenciones. Djokovic y Nadal se enzarzaron en un intercambio imperial para abrir el duelo, donde el español arrebató el servicio al balcánico iniciando una noche especial en París. El 13 veces campeón hizo valer su autoridad en el polvo de ladrillo para firmar un primer set firme, resuelto con dos roturas a su favor sin conceder mayores opciones a su adversario.

La inercia de Nadal parecía no tener fin bajo los focos de París. El español logró asestar dos roturas nada más comenzar el segundo set (3-0), poniendo contra las cuerdas al vigente campeón. Aunque el partido avanzaba entre intensos peloteos y sensación de equilibrio, el marcador seguía inclinándose en favor del mallorquín, ágil en los movimientos y decidido al golpear la pelota.

En ese momento, el partido entró en un trance absoluto. Djokovic detuvo el tiempo con un juego monumental, manteniendo la mirada a Nadal durante 18 interminables minutos hasta arrebatarle el servicio. Si el serbio parecía condenado con dos roturas en el segundo parcial, su entrega le devolvió el oxígeno para regresar al partido. Cuatro juegos consecutivos - del 0-3 al 4-3 - y un rugido que resonó en la Philippe Chatrier devolvieron a la mesa de debate al vigente campeón.

Tras un golpe moral enorme, dejando escapar una ventaja de set y dos roturas, cualquier jugador hubiera caído a la lona. Pero el español ha construido su leyenda marcando una diferencia con el común de los mortales. Su determinación se mantuvo intacta para dibujar un tercer parcial decidido, donde disparó su servicio hasta el 70% y aprovechó las dos oportunidades de quiebre apara frenar al serbio. Al cruzar la medianoche, Nadal había recuperado el control.

Lejos de retroceder, Djokovic aceptó el desafío. El balcánico se lanzó a tumba abierta a por el cuarto set, golpeando con una agresividad nunca antes vista en el partido. Así levantó una renta de 3-0, mantuvo la mirada a Nadal y llegó a disponer de dos pelotas de rotura sirviendo para cerrar el parcial (5-3). Primero, un revés cruzado de Novak que murió en la red. Después, un passing shot de revés paralelo del español dieron más vida a un set que parecía condenado.

Con el agua al cuello emergió un jugador supremo, capaz de resistir al borde del precipicio. Nadal restó para mantenerse en el cuarto set con una valentía innata, y apretó las tuercas hasta romper el servicio del serbio con una derecha invertida. El fantasma del quinto set había asomado y el español lo ahuyentó con su arma más poderosa: una perseverancia sin límite.

Nadal remó hasta llevar un partido extinguido hasta el tiebreak, donde consumó una estupenda reacción. El mallorquín gobernó la pista en un desempate donde no pestañeó ante el vigente campeón, al que sacó del torneo con furia en cada golpe. En la madrugada parisina, un revés paralelo completó un triunfo para el recuerdo, con gritos de '¡Rafa!, ¡Rafa!' como despedida en la Philippe Chatrier.

La victoria sirvió para que Nadal estrechase distancias en la rivalidad más amplia en la historia del ATP Tour. Djokovic lidera el historial ATP Head2Head por un margen mínimo (30-29), donde el español ha levantado un claro dominio (20-8) sobre polvo de ladrillo, con un peso grande de Roland Garros (8-2) como escenario central de la rivalidad entre ambos.

El camino hacia la gloria exigirá hazañas enormes. Nadal disputará las semifinales de Roland Garros ante el alemán Alexander Zverev, que sobrevivió al prodigio #NextGenATP Carlos Alcaraz este martes en París.

El español domina por 6-3 el historial ATP Head2Head sobre el jugador de Hamburgo, al que ha vencido en cuatro de sus cinco duelos previos sobre polvo de ladrillo. La competitividad de Zverev, que forzó el quinto set en su único precedente de Grand Slam y ha ganado tres de los cuatro capítulos más recientes de la rivalidad, parece asegurada por una plaza en la final de Roland Garros.


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