Actualizado el 06/02/2025 12:42 Compartir
El Departamento de Presidencia del Consejo de Mallorca, a través de la Dirección Insular de la Sierra de Tramuntana, impulsa la elaboración de una propuesta de ley por la que se regula la protección del paisaje cultural de la Sierra de Tramuntana, declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Esta norma, denominada en otras ocasiones como "Ley de la Sierra de Tramuntana", ha sido sometida a un proceso de consulta pública previa a la elaboración de normativa, que ha finalizado este jueves 6 de febrero.
Recordemos que durante la pasada legislatura el Departamento de Territorio del Consell ya impulsó la elaboración de una norma sobre la Serra, que fue aprobada por el Pleno del Consell de Mallorca pero que finalmente no llegó a tramitarse en el Parlament.
En este punto del procedimiento todavía no se dispone de una propuesta articulada, y se ha pedido a la ciudadanía sobre la necesidad de la norma, los problemas que debería abordar y los objetivos debería perseguir. La Dirección Insular de la Sierra ha facilitado un documento introductorio sobre estas cuestiones, con algunos planteamientos con los que coincidimos, otros que echamos de menos y otros de los que discrepamos.
Ciertamente consideramos que la protección del paisaje cultural de la Serra de Tramuntana como patrimonio mundial requiere el amparo de una norma con rango de ley, para dar suficiente solidez legal a todo el marco organizativo, de planificación, de gestión y de participación que se requiere para alcanzar los objetivos de conservación patrimonial . Coincidimos también que la ley es una oportunidad para impulsar con más fuerza la restauración y conservación del patrimonio cultural de la Serra, para reconocer legalmente algunos de los valores más importantes como la construcción de piedra en seco o los olivares, para potenciar la divulgación pública de los valores de la Serra y para mejorar la colaboración y coordinación entre las administraciones públicas con competencias sobre el ámbito protegido.
Pero si vamos a buscar las motivaciones que mueven al Consejo a impulsar esta iniciativa, observamos con cierta preocupación cómo en el documento se destacan como problemas una serie de cuestiones jurídicas, administrativas y de planificación: falta de marco legal con rango de ley, actual complejidad normativa, problemas de coordinación interadministrativa, normativa demasiado restrictiva, falta de normativa reguladora de ámbitos específicos. Discrepamos de algunos de estos planteamientos , y del resto en general pensamos que son cuestiones secundarias. Para nosotros existen una serie de cuestiones fundamentales que deberían motivar la redacción de esta ley y orientar su contenido:
Por último, discrepamos de algunas cuestiones recogidas en el documento sometido a consulta pública. No podemos evitar inquietarnos cuando se dice que la normativa existente es demasiado restrictiva, que es necesario aplicar una simplificación legal y administrativa, fomentar una oferta turística “sostenible” y de elaborar un plan estratégico de turismo que permita dinamizar la economía. Todo apunta a una dirección que ya conocemos.
La Serra de Tramuntana está sufriendo importantes tendencias socioeconómicas desfavorables, que han quedado plasmadas en la publicación “Sistema de indicadores de la Sierra de Tramuntana Patrimonio Mundial” (Consell de Mallorca, 2021). Consideramos que las tendencias regresivas detectadas en actividades económicas como la agricultura, el comercio o la industria poco o nada tienen que ver con restricciones normativas, que por otra parte afectan con la misma o mayor medida a otras actividades, como la turística, que en cambio muestra tendencias crecientes. Cualquier iniciativa desreguladora, especialmente en ámbitos directa o indirectamente relacionados con el negocio turístico, nos parecerá inconveniente puesto que pensamos que agravará las tendencias detectadas. Igualmente negativas serán las medidas que puedan suponer una desregulación en la normativa de protección del patrimonio natural. Otra cosa es la complicación de los procedimientos administrativos, para los que sí es necesario realizar un esfuerzo simplificador y agilizador.
No entendemos que se pueda plantear como objetivo la dinamización económica desde la actividad turística, cuando ésta ya está experimentando un crecimiento incontrolado y generando un fuerte impacto socioambiental, con efectos sociales y ecológicos inconvenientes que afectan a la calidad de vida de las personas ya la conservación de patrimonio natural y cultural. Consideramos que precisamente lo que hace falta es controlar y reducir la presión turística para mermar su impacto sobre el patrimonio natural y cultural, y para evitar que acabe de fagocitar completamente el resto de actividades económicas. Actualmente, hostelería+servicios ya ocupan más del 60% de la estructura laboral en la población de la Serra. Llama la atención, por otro lado, que no se reclame un plan estratégico de agricultura, o de comercio, o de industria para las actividades propias de la Serra, cuando éstas sí están necesitadas de ayuda urgente. Así, la agricultura, la ganadería y el aprovechamiento forestal, y la industria y el comercio que transforma y comercializa los productos naturales de la Serra deben merecer la mayor atención, para revertir su tendencia negativa.
Habrá que esperar ahora a la próxima fase de exposición pública, cuando el Consejo difundirá ya un texto articulado, para ver qué medidas concretas se plantean en la futura ley. Sería lamentable que finalmente nos encontráramos con un instrumento que básicamente persiga convertir a la Serra en un decorado sobre el que incrementar la actividad y el negocio turístico.
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