Opinión
GOB: 'El Govern sube la carga de visitantes de Cabrera, recuperando los niveles que estableció Matas'

GOB: 'El Govern sube la carga de visitantes de Cabrera, recuperando los niveles que estableció Matas'

Actualizado el 30/05/2024 14:15                Compartir

Comunicado GOB

El Decreto ley 3/2024, de 24 de mayo, de medidas urgentes de simplificación y racionalización administrativas de las administraciones públicas de las Islas Baleares, justificado como una herramienta para la simplificación procedimental, normativa y documental, va mucho más allá (como era previsible) y aprovecha para eliminar limitaciones no de trámite administrativo sino de contenido sustancial. Una de ellas es la ampliación de la capacidad de carga de visitantes en transporte colectivo en la isla de Cabrera.

El primer Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional Marítimoterrestre del Archipiélago de Cabrera (1995), aprobado por el Gobierno estatal mediante el Real Decreto 277/1995 (la gestión de Cabrera aún no era compartida con Comunidad Autónoma) disponía por lo que se refiere al transporte colectivo de visitantes que “ El número máximo de visitantes por día será de 200, salvo el mes de agosto que podrá legar a 300 personas por día. ”

En 2006 el Gobierno de las Islas Baleares (PP) aprobó el segundo PRUG de Cabrera ( Decreto 58/2006 ), donde este límite se varió sustancialmente. Así, “ se fija la capacidad de carga instantánea de visitantes en transportes colectivos (golondrinas) para la isla de Cabrera en 300 personas simultáneamente ”. Esta modificación, evidentemente promovida por las empresas que se dedican al transporte colectivo de visitantes hasta Cabrera, supuso que el número de visitantes ya no tenía un límite establecido (200 diarios a todos los efectos, y 300 los días de agosto) sino que se podía "estirar" en función de la capacidad y estrategia de las empresas para embarcar y desembarcar viajeros a lo largo del día. Mientras no se superara el límite de los 300 simultáneos sobre la isla, las empresas podían transportar visitantes sin límite. Así, algunos días se superaron los 600 visitantes.

Este cambio de criterio tiene evidentes implicaciones tanto sobre la carga ambiental de la isla como sobre la calidad de la visita. El paso de más visitantes diarios implica más consumo de recursos, como el agua para usos higiénicos (un bien extremadamente escaso en Cabrera), ya la vez más generación de aguas sucias, más generación de estiércol, más emisiones de dióxido de carbono (ya que las barcas hacen más viajes), etc. Por otra parte, la estrategia empresarial de realizar el mayor número de viajes posible a lo largo del día afecta negativamente al tiempo que el visitante puede permanecer en la isla y disfrutar adecuadamente de sus valores como Parque Nacional, y satura también la capacidad gestora de parque para atender adecuadamente a los visitantes con información, guía, etc.

En 2020 el Gobierno progresista estableció mediante la Ley 2/2020 que “ la capacidad de carga de visitantes en transporte colectivo por día de la isla de Cabrera Gran se fija en 300 personas en el ámbito terrestre y en 150 personas en las aguas adyacentes. ” Esta modificación situó al máximo de visitantes diarios de Cabrera por encima de lo que había establecido el primer PRUG del parque, pero claramente por debajo del límite establecido en 2006 por el Gobierno del PP y, sobre todo, estableciendo un límite máximo diario, que como hemos es importante tanto para la gestión de los recursos ambientales del parque nacional como para la calidad de la visita. Evidentemente esta medida no gustó en nada a las empresas que explotan el transporte colectivo de visitantes en Cabrera.

Bien, como era de esperar, a la más mínima oportunidad (y evidentemente un Decreto-Ley de gran alcance como el que acaba de aprobar el Gobierno de Prohens era una ocasión perfecta) el límite se ha vuelto a modificar, ya el alza evidentemente. Así, se recupera la redacción del PRUG de la época Matas, estableciendo de nuevo que “ la capacidad de carga de visitantes en transporte colectivo por día de la isla de Cabrera Gran se fija en 300 personas simultáneamente en el ámbito terrestre ”.

Consideramos que esta medida, claramente clientelista, como hemos explicado rema en dirección contraria a la contención del impacto del uso público en el parque nacional (incrementando el consumo de recursos y la producción de residuos y contaminantes), e impide una mejora de la calidad de la visita para que las personas que lleguen al parque nacional (en una excursión nada económica, por cierto) puedan aprovechar su estancia y puedan ser atendidas adecuadamente por parte del personal de Cabrera. Se prima el interés privado empresarial por encima del interés público general que debería regir la gestión del Parque Nacional.

Igualmente esta disposición entra en contradicción flagrante con el nuevo discurso de Prohens proclamando que " ha llegado la hora de poner límites y pedirnos hacia dónde vamos y qué queremos ser ", y que hay que " crecer en valor y no en volumen ". Pero esa contradicción no sorprende a nadie.


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