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Baleares, Córcega, Cerdeña y Gozo se alían para que la Unión Europea compense los efectos de la insularidad mediterránea

Baleares, Córcega, Cerdeña y Gozo se alían para que la Unión Europea compense los efectos de la insularidad mediterránea

Actualizado el 08/10/2019 13:45                Compartir

Las regiones insulares de Baleares, Córcega, Cerdeña y Gozo han firmado este martes una declaración para reivindicar el hecho insular ante la Unión Europea. En concreto, han exigido medidas para paliar los efectos que provoca ser territorios de “doble periferia” en Europa, por el hecho de ser islas y estar en la cuenca mediterránea. En este acto político conjunto en Buselas, que ha impulsado Baleares, es la primera vez que se trata el concepto de “insularidad mediterránea”. Se refieren a una situación específica de territorios con problemas de conexión en el continente, dificultades logísticas derivadas de esta circunstancia, retos comunes como garantizar que la presión humana y turística sea compatible con la protección de un territorio frágil y la responsabilidad de hacer de puerta entre continentes y territorios del sur de Europa.

El objetivo es fortalecer la unión de estos territorios para que se puedan establecer nuevos criterios de cohesión territoriales a partir de 2020, cuando se abre un nuevo escenario político y normativo. La presidenta del Govern de las Illes Balears, Francina Armengol, ha intervenido en el acto “Insularidad Mediterráneo: retos y futuro”, que se ha celebrado en el marco de la Semana Europea de las Regiones y las Ciudades, en el cual se han expuesto las líneas fundamentales de esta Declaración. “Nuestro objetivo es construir una Europa más próxima a los ciudadanos: la Europa de las Regiones”, ha empezado su intervención. En esta línea, ha expuesto que es “desde la proximidad que se garantizan la mayoría de soluciones para la ciudadanía” y que, por lo tanto, es importante que todos los territorios europeos puedan tener igualdad de oportunidades: “El hecho de ser islas condiciona de forma decisiva nuestra competitividad y nuestro desarrollo económico y social”.

En la declaración, los cuatro territorios recalcan que “la insularidad es una fuente de obstáculos estructurales, naturales y permanentes que tienen como resultado un amplio abanico de carencias y fracasos del mercado”. Las diseconomías de escala, las escasas infraestructuras de redes, las interrupciones físicas y digitales o los costes adicionales para empresas y ciudadanos son algunos de los ejemplos que se exponen. Por este motivo, se reclama un marco legislativo completo para complementar las políticas y la legislación de la UE con componentes centrados en las islas y que se implemente, plenamente, la cohesión territorial.

También se exige adaptar los esquemas de ayudas estatales para hacer frente a las restricciones específicas de las islas, en particular a áreas donde los retos de las islas periféricas son más evidentes. Por ejemplo, el transporte, la conectividad digital, las redes de energía o la gestión de los recursos naturales.

Para hacerlo posible, reclaman la constitución de grupos de trabajo específicos para las islas en el Consejo de la Unión Europea y unidades en las direcciones generales de la Comisión Europea donde los problemas insulares sean más evidentes. “Lo que perseguimos, en definitiva, son medidas compensatorias necesarias para que los ciudadanos de nuestras islas consigan una calidad de vida y de trabajo en igualdad de condiciones a la de los territorios continentales y, nuestras empresas, una mejora de su competitividad”, ha subrayado Armengol, y ha abogado “al espíritu europeo de solidaridad”.

Nuevo espacio de cooperación territorial

La presidenta de las Illes Balears ha recordado que el trabajo de colaboración de estos territorios se ha visto reflejado en numerosos documentos aprobados y declaraciones conjuntas, pero que “ni la legislación ni las políticas de la UE han producido hasta el momento las medidas compensatorias suficientes para los territorios insulares”. Ahora bien, ha insistido que la Declaración de este martes “es una demostración de la voluntad de no desfallecer en nuestro objetivo”.

El refuerzo de la colaboración entre estos territorios tiene que suponer, también, la creación de un nuevo espacio de cooperación territorial para poner en marcha proyectos que los permitan afrontar los retos comunes de las islas del Mediterráneo. Unos objetivos relacionados con las tres patas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por las Naciones Unidas a la Agenda 20-30. Armengol ha matizado que se trata de “retos que afectan nuestra sostenibilidad ambiental, social y económica” y que también están vinculados a las grandes crisis globales como “la emergencia climática, los conflictos sociales y las desigualdades económicas que están detrás de los grandes movimientos migratorios”.

El presidente de la Autoridad Regional de Córcega, Gilles Simeoni y la ministra de Gozo en el Gobierno de Malta, Justyne Caruana, también han intervenido en el acto para el refuerzo de la insularidad mediterránea. El presidente de la Región Autónoma de Cerdeña, Christian Solinas, que no ha podido asistir al acto, también se ha adherido a la declaración.


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