Actualizado el 12/05/2020 17:39 Compartir
La crisis sanitaria originada por Covid-19 y las medidas sanitarias que se han decretado para hacerle frente han afectado especialmente a las familias más vulnerables. Desde que comenzó el confinamiento, la Fundación Pere Tarrés no ha dejado de mantener el acompañamiento educativo y social a niños, jóvenes y familias con dificultades sociales. En el municipio mallorquín de Pollença, la Fundación mantiene en pleno estado de emergencia Escuela Viva, un proyecto de apoyo y acompañamiento a niños y jóvenes en riesgo de exclusión social ya sus familias impulsado por el Ayuntamiento de la localidad, que ya ha anunciado su renovación para el próximo curso.
El proyecto atiende actualmente a 87 niños y adolescentes de edades comprendidas entre los 5 y los 18 años ya sus familias, que en principio continuarán el próximo año. El 65% de estos son niños, niñas y jóvenes de familias inmigradas (procedentes de países como Bangladesh, Senegal, Marruecos, Argentina, Uruguay y Venezuela, Inglaterra, Colombia o Rumanía), aunque algunos ya tengan la nacionalidad española. Trabajan 2 profesionales de la Fundación Pere Tarrés haciendo intervención directa y tiene como objetivos potenciar el desarrollo integral de los niños y adolescentes, compensando los déficits socioeducativos y favoreciendo el logro de aprendizajes, el desarrollo personal y la integración sociales de los niños y niñas participantes, previniendo las situaciones de riesgo. Lo hace a través de ntervencions individuales, grupales, familiares y del trabajo en red.
La Fundación Pere Tarrés ha tenido que adaptar el programa desde que en marzo pasado se decretaron las medidas de confinamiento y distancia social. De la atención directa a través de talleres presenciales a lo largo de 35 horas a la semana, se ha pasado a un acompañamiento constante de manera sobre todo telemática y telefónica a través de 5 patas diferentes:
Está previsto que una vez terminado el curso el programa tenga una continuidad durante los meses de julio y agosto con los niños, jóvenes y adolescentes, que habrá en función de cómo evolucione el control de la pandemia y de los protocolos y recomendaciones sanitarias que determinen las autoridades sanitarias.
Durante el año 2019, 2.400 niños, jóvenes y familias se beneficiaron de las actividades y programas educativos y sociales que la Fundación Pere Tarrés promovió en Mallorca. Actualmente, a raíz de la situación de confinamiento, aparte del proyecto de Pollença la Fundación mantiene el acompañamiento telemático a niños y familias de los centros socioeducativos de Can Tàpera y Virgen de Lluc, en Palma, donde atendemos a unas 40 familias, así como el Servicio de intervención socioeducativo a San Lorenzo de Cardassar.
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