Actualizado el 19/08/2025 13:47 Compartir
La crisis climática ya no es una amenaza futura: es una realidad presente que afecta gravemente a la vida cotidiana en Mallorca. Las olas de calor son cada vez más intensas y prolongadas, y la carencia de infraestructuras de adaptación pone en riesgo la salud de la población. El Consell de Mallorca, lejos de liderar una respuesta institucional, mantiene una actitud de negación e inacción. "No sólo no hacen nada por adaptar la Isla de Mallorca a las temperaturas extremas que ya sufrimos, sino que tienen al frente del cuidado del Medio Ambiente un consejero de Vox que niega la evidencia científica del cambio climático", denuncia Juana Maria Adrover, consejera del Grupo Socialista en el Consejo de Mallorca y secretaria de Turismo de la Ejecutiva del PSIB.
Esta falta de planificación afecta especialmente a los colectivos más vulnerables: niños, ancianos, personas con enfermedades crónicas o con pocos recursos, que necesitan espacios frescos, accesibles y seguros. "El Grupo Socialista ha pedido repetidamente que el IMAS implante protocolos de atención a personas sin techo por altas temperaturas, sin que los responsables del IMAS hayan dado ninguna respuesta hasta la fecha".
Mientras, otras ciudades europeas e internacionales ya han puesto en marcha medidas efectivas. Barcelona cuenta con 366 refugios climáticos en red; Viena reurbaniza calles para reducir la temperatura; París habilita puntos de agua y zonas de sombra; Medellín crea corredores verdes que reducen hasta 4 grados la temperatura en barrios enteros. En Mallorca, en cambio, "no tenemos ni una lista de refugios climáticos, ni una estrategia contra el calor, ni un plan de gestión de agua ambiciosa", lamenta Adrover.
La situación hídrica es también crítica. Algunos municipios ya han iniciado restricciones de agua, como en Deià, u otros deben prever camionadas para proveer el consumo de agua de boca. Pero estos hechos no han señal suficiente para que el Consejo haya presentado ninguna estrategia clara para garantizar su acceso en contexto de crisis climática. "La falta de agua ya no es una alerta puntual, es una emergencia estructural", afirma la consejera socialista. Las medidas actuales son mínimas e insuficientes, mientras se traslada la responsabilidad a la ciudadanía sin liderazgo institucional alguno.
Por el contrario, la permisividad por construcción de nuevas viviendas en zonas rústicas sin agotar los urbanizables de los municipios con más de 10.000 habitantes, o las legalizaciones de casas fuera de ordenación en suelo rústico y en la Serra de Tramuntana, como ha hecho el PPVox con la nueva legislación recientemente aprobada, suponen mensaje polvo de demanda de agua allí donde no existía.
Los Socialistas de Mallorca reclaman una respuesta urgente y valiente: "proteger a las personas debe ser una prioridad, y la nueva realidad climática nos llama a crear espacios que favorezcan los paseos confortables y seguros, especialmente en verano", defiende Adrover. Esto implica una red insular de refugios climáticos abiertos a todo el mundo, calles con sombras, fuentes y vegetación, y una gestión del agua planificada con visión de futuro. Implicando urbanismo y sociedad para convertir entornos cada vez más inhóspitos por las olas de calor, en espacios habitables y más sostenibles. "La lucha contra la crisis climática es también una lucha por la dignidad y por la vida. Nos va el futuro, pero también nos va el presente", concluye Adrover.
Copyright © noticiasmallorca.es es una marca registrada. Todos los derechos reservados.