Actualizado el 26/07/2025 12:20 Compartir
El IMAS desprecia la política de atención y cuidado de las personas de Mallorca, y el principal responsable de este desbarajuste es Guillermo Sánchez. En la última sesión de control en el gobierno de Mallorca, Sánchez no atendió sus obligaciones como consejero del Consell de Mallorca y se ausentó de la sesión a pesar de tener una interpelación del Grupo Socialista expresamente dirigida a su gestión, formulada por la consejera Sofia Alonso.
Alonso ha señalado dos grandes motivos que inhabilitan a Guillermo Sánchez para seguir en el cargo: la ausencia del presidente del IMAS en la reunión estatal sobre la acogida de menores migrantes no acompañados (NNAMNA), que "supone una renuncia a la responsabilidad institucional". Y el colapso progresivo en la atención a personas mayores, con listas de espera interminables, carencia de personal, condiciones laborales indignas y servicios residenciales con unidades cerradas por falta de cobertura. "Así no pueden cuidar a nadie, no hay dirección política en el IMAS ni ninguna implicación", se ha quejado la consellera socialista.
"Hay silencios que son una toma de posición. Y no asistir a la reunión en la que se debían pactar las condiciones para la acogida de menores migrantes en todo el Estado, una emergencia humanitaria de primer nivel, es abandonar el compromiso institucional con la infancia y con la dignidad colectiva." Alonso ha denunciado que esta decisión responde a las condiciones impuestas por VOX para aprobar los presupuestos de la Comunidad Autónoma, que incluyen el rechazo a acoger a NNAMNA, el veto a incrementar los recursos para su atención y el recorte a las ayudas públicas a entidades que trabajan con personas migradas.
"Hoy es una silla vacía. Mañana puede ser un niño sin acogida. El presidente del IMAS ha demostrado que le importa más salvar su silla y la del señor Galmés que garantizar los derechos de la infancia." El Grupo Socialista exige la dimisión inmediata de Guillermo Sánchez por considerar que "ha fallado en una obligación legal, moral y ética que no es optativa: proteger a toda la infancia, sea cual sea su origen".
En términos similares se desarrolla la gestión de Sánchez en lo que se refiere al apartado de personas mayores. Según datos del propio Consell, citados por Alonso, el número de plazas públicas residenciales se ha reducido de 963 (2023) a 818 (2024), mientras que el incremento de horas de atención domiciliaria no ha supuesto ninguna mejora real en personas atendidas. La residencia Miquel Mir de Inca ha sido dos años reformada y sin ser inaugurada, y cuando finalmente lo ha hecho, funciona a “medio gas, con una planta cerrada y sin el centro de día por falta de personal, el deterioro del servicio en Son Caulelles —con recogida de firmas por parte del personal—, y la parálisis de medidas en las condiciones de mejora de las condiciones laborales. de Palma, donde hay 20 plazas sin ocupar mientras que la lista de espera no para de crecer.
Desde el Grupo Socialista se hace un llamamiento al Gobierno de las Islas Baleares y al Consell para que rectifiquen y vuelvan a poner a las personas y no sus intereses partidistas y personales, en el centro de las políticas públicas: "Los derechos de los niños y de las personas mayores no se negocian. Mallorca necesita gobernantes con humanidad. Continuaremos defendiendo una política social que ponga por delante la dignidad, la justicia."
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