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La Red de Monitorización de la Posidonia retoma la actividad en Eivissa

La Red de Monitorización de la Posidonia retoma la actividad en Eivissa

Actualizado el 30/05/2021 13:19                Compartir

La Red de Monitorización de la Posidonia ha retomado, este domingo, la actividad en la isla de Eivissa. Así, el centro voluntario SCUBA IBIZA hará el seguimiento de la estación situada al islote d’en Caragoler, a la Reserva Marina de Es Freus. Es la primera actuación que se hace en la isla después de que Medi Ambient recuperara, este año, la gestión de la Red a través de un acuerdo con la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Alimentació.

La última vez que se va muestreó la estación fue en 2018, cuando se constató que el estado de conservación de la pradería era moderadamente buena, a pesar de que la cobertura había disminuido desde 2003, cuando se empezó a hacer el seguimiento. Desde la Red apuntan que es importante revisitarla para poder establecer la evolución y tener datos para una adecuada gestión.

El resto de actuaciones en las Pitiüses se harán entre agosto y octubre de este año, cuando se hará el seguimiento de otra estación en Santa Eulària y dos en Formentera. El objetivo de los muestreos es determinar el estado de conservación de las praderías a lo largo de los años y conseguir así información fiable que permita adoptar las medidas más adecuadas para conservar estos ecosistemas.

La Red de Monitorización de la Posidonia está formada por varias estaciones fijas alrededor de las principales islas del archipiélago Balear donde se controlan periódicamente una serie de parámetros propios de las praderías y relacionados con su estado de conservación: cantidad de Posidonia oceanica, presencia de nacras (especies asociadas de gran interés), presencia de algas invasoras y, adicionalmente, temperatura del agua.

La herramienta empezó a funcionar en 2002, a pesar de que fue interrumpida entre el 2012 y 2017. El seguimiento se recuperó gracias al Impuesto de Turismo Sostenible desde entonces. La Red depende íntegramente de la participación ciudadana, y cada año se ofrece a varias instituciones, clubes de buceo y grupos de buceadores voluntarios, la oportunidad de participar en este proyecto científico.

El equipo voluntario recibe, antes de cada inmersión, una pequeña formación para familiarizarse con las técnicas y materiales que se utilizan. Esta formación, así como la organización de las tareas durante el muestreo a cada estación se hace por parte de la coordinadora de la Red, mientras que las entidades voluntarias se encargan de la disponibilidad de equipos de buceo y la navegación hasta la estación.


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