Actualizado el 17/07/2020 06:38 Compartir
La consellería ha organizado este jueves una cata de vinos de estas variedades, junto con las bodegas colaboradoras. La consellera Mae de Concha ha participado, junto con el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gabriel Torrens, el jefe de servicio de Agricultura, Andreu Juan, el equipo del IRFAP, y las tres bodegas que, durante el proceso, han plantado y han hecho los vinos a modo experimental. De la Concha ha destacado «la importancia de la experimentación en todos los campos del sector primario, y en concreto, en el de la viña, puesto que permite, cada vez, ir hacia un producto más selecto y único». De la Concha ha dicho que esto «permite definir la personalidad del sector vitivinícola y destacar en el mercado».
El Callet Negrella, el Esperó de Gall y el Mancès de Tibús son variedades autóctonas negras. El Callet negrella es muy parecida a la variedad Callet, ya autorizada. Fue encontrada en la zona de Cas Concos, en Felanitx, aunque durante unas prospecciones se recogió como Batista o Mantonegro, unos estudios genéticos demostraron que no era así. El Mancès de Tibús es una variedad muy común hasta el siglo XIX y el Esperó de gall está muy citado a finales del siglo XIX. En ambos casos, las plantas se encuentran ubicadas en la colección de Sa Granja. Durante el encuentro de este jueves, desde el IRFAP también se ha explicado el nuevo protocolo para las fincas colaboradoras, así como el de colaboración en microvinificaciones experimentales.
El Callet Negrella, el Esperó de Gall y el Mancès de Tibús han sido objeto de estudio tanto por parte del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (con cinco años de valoraciones agronómicas, estudios del estado sanitario y de descripciones ampelográficas) cómo por parte del IRFAP (con un informe de cinco años de microvinificaciones con las bodegas colaboradoras). Este año serán autorizadas en las Baleares. La última variedad autorizada fue el Escursac el 2016 y anteriormente, el 2011, se autorizaron la Gorgollasa y Giró ros. Actualmente, otras variedades se encuentran en fase de autorización. Una de ellas, el Giró negre, en un estadio más avanzado, y la Argamussa blanca, en una fase más inicial. Así mismo, se están iniciando los estudios previos de saneamiento con la Llora (presente en Menorca y en Eivissa), el Valent blanc y el Vinater blanc.
Según las consideraciones hechas durante la cata, el Callet negrella destaca por ser una variedad equilibrada por su acidez, en nariz presenta aromas florales y de fruta, y en boca es un vino amable, redondo, largo y nada astringente. El Esperó de gall es un vino curioso y diferente, con mucha personalidad y diferenciado del resto. Presenta en nariz aroma a pimientos tostados y afrutado de pera en boca. Se ha considerado un vino elegante y con esencia. Finalmente, el Mancés de Tibús es un vino joven, que podría adoptar el perfil de vino rosado o ancestral. Destaca por el aroma a fruta roja, a pesar de que es un vino cerrado. A su vez, se ha considerado que tiene poco cuerpo y consigue poco grado alcohólico.
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