El proyecto de reforma del paseo marítimo de Cala Rajada elimina 642 m2 de zonas verdes

Visto que el proyecto aumenta la zona de cemento para mayor mercantilización del espacio y elimina casi todo el arbolado y ajardinado actual con la excusa de los costes de mantenimiento, queda claro que el objetivo no es mejorar la zona de paseo como espacio público.

Se trata de una reforma para sacar el máximo rendimiento desde el punto de vista comercial obviando la responsabilidad de prever y apaciguar las incidencias relativas al cambio climático y lo que debería ser el objetivo fundamental de cualquier reforma del espacio libre público, que es la ciudadanía.

A partir de la preocupación social generada en Capdepera raíz del nuevo Proyecto modificado de reforma del Paseo Marítimo de Cala Rajada. Exp .: 2010/2018 publicado en el BOIB núm. 100 de 20 de julio de 2019, desde el GOB hemos presentado las siguientes alegaciones:

Visto el proyecto de reforma del Paseo Marítimo de Cala Rajada, podemos constatar que el objetivo principal del proyecto de remodelación del paseo marítimo es la mejora del pavimento existente, la eliminación de todas las zonas verdes que existentes y la ampliación de la zona de terrazas.

El proyecto no tiene en cuenta la necesidad de conservar la vegetación existente, ni tampoco contempla salvar los tamarindos, palmeras y palmitos que se encuentran dentro de la zona de las obras proyectadas. Se eliminan 642 m2 de zonas verdes, que son sustituidas por una serie de bancales de sólo 60cm de ancho para ubicar un seto, y que el espacio destinado a las terrazas aumenta considerablemente (la anchura de la zona peatonal es, casi, la misma en todas partes: 5m, hay zonas de terraza que superan los 13m).

El proyecto no contempla ningún tipo de mobiliario urbano, ni se ha tenido en cuenta la necesidad de hacer nuevas plantaciones de árboles que son clave, tanto para la integración paisajística como para el disfrute de la ciudadanía.

En este sentido, y visto que el proyecto aumenta la zona de cemento para mayor mercantilización del espacio y elimina casi todas las zonas verdes actuales con la excusa de los costes de mantenimiento, queda claro que el objetivo no es mejorar la zona de paseo como espacio público, sino, sacar el máximo rendimiento desde el punto de vista comercial.

Hay que tener en cuenta además, que estamos hablando de un paseo en primera línea del mar, por lo que se debería atender ya, por principio de precaución y responsabilidad, el escenario futuro que vendrá propiciado por el cambio climático. En este sentido, tanto el Plan de Intervenciones en ámbitos turísticos (PIAT) (artículo 25) como la recientemente aprobada Ley de Cambio Climático y Transición Energética (disposición adicional sexta), contemplan medidas para mejorar la calidad paisajística en el espacio público y reducir la vulnerabilidad debida al cambio climático.

Por todo ello, solicitamos la retirada total del proyecto y que el nuevo planteamiento se haga con criterios de urbanismo inteligente y responsable, atendiendo:

1. Lo dispuesto en el artículo 25 del PIAT: MEDIDAS paisajísticas PARA EL ESPACIO PÚBLICO EN ZONAS TURÍSTICAS (AD)

«1. Para mejorar la calidad paisajística del espacio público de las zonas turísticas, en las áreas donde se lleven a cabo actuaciones urbanísticas de nueva urbanización o de dotación, así como en los proyectos de reforma del espacio público urbano, se deberán cumplir los siguientes criterios:
a) En vía pública, siempre que la sección viaria lo permita se dotará de un mínimo de 3 árboles por cada20 metros lineales de acera. »
«2. Los espacios libres de las zonas turísticas situadas en nuevos desarrollos urbanos o aquellas que se reformen integralmente se diseñarán como mínimo con un 50% de terreno permeable, vegetación preferentemente autóctona con utilización de especies de baja necesidad hídrica propias del paisaje mediterráneo rehuyendo especialmente de especies que quieran reproducir paisajes foráneos. »

2. EL dispuesto en la Ley de Cambio Climático y transición energética, ya aprobada: «Las administraciones públicas fomentarán espacios urbanos verdes para reducir el efecto isla de calor urbana y fijar carbono en estos espacios, así como objetivos de plantación de árboles.

3. La necesidad de enfocar el paseo como un espacio verde y un espacio libre para las personas, que fomente el encuentro y la relación de las personas, que garantice la conservación de todo el arbolado existente (tamariscos, palmitos y palmeras), reduciendo el espacio dedicado a terrazas (especialmente delante de las viviendas) y mantener las zonas verdes actualmente ubicadas ante las fachadas de los edificios y la zona intermedia (entre las terrazas y el paseo peatonal).

4. Rediseñar por completo el proyecto en relación a las actuaciones de la plaza Son Moll para conseguir un espacio agradable que actúe de barrera física entre la playa y la zona urbana, con arbolado y mobiliario urbano para el disfrute del peatón y que incorpore como elemento central el tamarindo centenario existente.

5. Mejorar la zona ajardinada de al lado del parque infantil con la incorporación de mobiliario urbano y arbolado, incluir arbolado en todo el recorrido del paseo