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186 sanciones por infracciones de la ley de caza entre 2017 y 2020 en Mallorca

186 sanciones por infracciones de la ley de caza entre 2017 y 2020 en Mallorca

Actualizado el 30/06/2021 11:26                Compartir

El Servicio de Caza y Pesca Fluvial del Consell de Mallorca ha iniciado 329 expedientes sancionadores entre 2017 y 2020 para prácticas que incumplen la ley de caza de la Comunidad Autónoma y el orden de vedas de la isla. Estos expedientes han dado lugar finalmente a 186 sanciones: 16 por infracciones muy graves, 77 graves y 94 leves.

Estos expedientes se abren a partir de las denuncias recibidas en el Servicio insular. Concretamente, entre 2017 y 2020, se han interpuesto en Mallorca 375 denuncias relativas a la práctica de la caza. Provienen principalmente de los agentes de medio ambiente y guardas de campo del Servicio de Caza y Pesca Fluvial, pero también de otros agentes, del Gobierno Balear y de la Guardia Civil, especialmente del grupo del SEPRONA.

La gran mayoría de los casos en que no se impone una sanción al denunciado, es decir, en que no se abre un expediente, es porque era un caso en que la persona denunciada no llevaba la documentación pertinente para la caza y posteriormente la aportó.

El objetivo del Departamento de Desarrollo Local del Consejo, donde se ubica el Servicio de Caza, es que la actividad cinegética se lleve a cabo dentro de los parámetros de la ley y respetando las decisiones que se toman en el Consejo de Caza respecto al calendario hábil y las capturas permitidas para continuar con una gestión cinegética sostenible, y sobre todo sin poner en práctica artes de caza ilegales.

Tipo de infracciones

Entre las sanciones muy graves impuestas (16), hay una para cazar en un refugio de fauna, mientras que las otras son para hacerlo con medios prohibidos (redes japonesas, trampas, cassettes y armas no permitidas) o para disparar en zona de seguridad. Igualmente, hay que afectan a captura ilegal de especies, no sólo de especies cinegéticas sino también protegidas. La lucha contra esta práctica es prioritaria, pero sortadament tiene una tendencia a la baja.

Las infracciones muy graves tienen sanciones de entre 2.001 hasta los 20.000 euros, así como la retirada de la licencia de caza y la inhabilitación para obtenerla durante un plazo de dos a cuatro años.

En cuanto a las infracciones graves (77) suponen una multa de entre 451 y 2.000 euros y la retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante mínimo 6 meses y máximo dos años. Son habituales para cazar sin permiso del titular del coto o con un permiso firmado por alguien que no es el titular, o para hacerlo en terreno inhábil para la caza.

Las infracciones leves (94) más habituales son por incumplimientos formales de la resolución anual de vedas (cazar en día no hábil de caza), no llevar la documentación y no presentarla con el requerimiento del Servicio, o poseer artes ilegales ( no emplearlas). A estas infracciones les corresponde una multa de hasta 450 euros.

Furtivismo y fraude

Paralelamente a estos expedientes sancionadores, el Consejo ha incrementado la labor contra el furtivismo y el fraude. Así, el Servicio de Caza incrementará la vigilancia de los cotos de caza de Mallorca y buscará publicaciones engañosas, fraudulentas o con indicios de infracción en las redes sociales, especialmente en lo que respecta a actividades cinegéticas con el chivo balear. En este sentido, se reforzará el seguimiento de las autorizaciones de control de cabras por daños y se introducirán nuevas medidas normativas contra el furtivismo y el fraude.

Estas nuevas acciones se aplicarán contando con las entidades públicas y privadas colaboradoras en la materia, y con los titulares de los cotos afectados por el furtivismo y la competencia desleal. El objetivo es dar más agilidad y efectividad a la acción sancionadora necesaria para la protección de la cabra salvaje mallorquina y garantizar al mismo tiempo el control efectivo y riguroso de cabras en aquellos espacios donde es necesario.

Cabe recordar que la cabra mallorquina está catalogada de protección especial a diferentes convenios de protección internacionales y nacionales, por la dificultad que tienen sus poblaciones debido a la presión urbanística, el cambio del uso de la tierra y el cruce con ejemplares exóticos.

Asimismo, el incremento de la vigilancia y la posibilidad de hacer más acciones específicas permitirá una mejor detección de infracciones contra la fauna, especialmente de aquella protegida, ya que por el carácter residual de estas malas prácticas, no se detectan fácilmente con protocolos rutinarios.

La práctica cinegética es una actividad altamente regulada y que cuenta con un creciente grado de compromiso y responsabilidad. Esto se ha logrado por la evolución histórica de la tipología de las sanciones, pero también por la participación directa de cazadores y titulares de cotos en las denuncias y avisos recibidos.


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