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GOB: Hay que asumir, desde la política, la situación de crisis ecológica que se sigue agravando

GOB: Hay que asumir, desde la política, la situación de crisis ecológica que se sigue agravando

Actualizado el 05/06/2019 14:00                Compartir

A principios de la pasada legislatura, el GOB, junto con otras entidades, se sumó a la campaña # Senselímitsnohihafutur. Hoy, cuatro años después, y con la reedición por primera vez de un pacto de izquierdas en las puertas, todos los límites que se denunciaban en 2015 han sido, desgraciadamente, ampliamente superados, sin que hayamos visto voluntad política para cambiarlo en estos últimos 4 años: vivimos un nuevo boom de la construcción ahora enfocada al lujo, y un auge de la economía basada en el turismo, dos procesos que, relacionados, están provocando un proceso de alienación cultural y ecológica de nuestras islas , una banalización de nuestros ecosistemas y explotación sin límites de los recursos naturales.

Esta situación se enmarca en un proceso de cambio climático cada día más evidente. Las Baleares, como ecosistema insular, con una economía altamente dependiente de los impactos del exterior, estamos sobreexpuestas a estos efectos.

Ejes que consideramos estratégicos como fundamento del cambio real

Exigimos un ejercicio de responsabilidad y compromiso de las instituciones y agentes políticos vez de negociar los acuerdos de gobernabilidad para estos próximos 4 años a las principales instituciones de las Islas, teniendo como ejes principales:

Incidencia real y efectiva en la política estatal. Costas y litoral, puertos y aeropuertos, financiación para carreteras, financiación para trenes, planificación energética, gestión del parque nacional de Cabrera, dotación de la fiscalía de medio ambiente y de corrupción, fiscalidad, etc, son ámbitos donde no tenemos plena soberanía y que condicionan fuertemente la gestión autónoma de nuestro territorio y nuestro modelo económico. Por ello, hay que ser un polo fuerte de negociación con el Estado en estos aspectos básicos para forzar nuestra autonomía de gestión.

Modelo económico y justicia social. Hay que reubicar el centro de la economía las necesidades humanas y el entorno que posibilita la vida y planificar el desarrollo de una economía que tenga como ejes principales la soberanía en la gestión y abastecimiento de los recursos naturales, la contención del crecimiento y la potenciación del desarrollo económico que ponga en valor los recursos, la historia, la cultura y el territorio isleños, contribuyendo a recuperar y reforzar nuestros rasgos de identidad.

Modelo urbanístico y territorial: un pacto por el territorio. Establecer un «Pacto por el territorio» que se convierta en un marco de protección ambiciosa y duradera que garantice la conservación del territorio y la dignidad de las personas que viven en ella. Como puntos básicos debería contemplar detener la especulación (evitar la tenencia especulativa de solares sin usos específicos y de terrenos rústicos sin actividad productiva), reconversión sin crecimiento, desclasificación, protección del suelo rústico y en definitiva un urbanismo al servicio de las personas .

La conservación de la biodiversidad como eje estratégico. Hay que situar la protección y conservación del patrimonio natural entre las prioridades políticas, asumiendo la responsabilidad que nos corresponde en cuanto a conservación de la biodiversidad en un escenario de gran intensidad de actividades humanas. Para ello hay que incrementar la red de espacios naturales protegidos con ampliaciones y nuevas declaraciones, disponer de los correspondientes instrumentos de planificación y gestión, y dotar de financiación suficiente para abastecer los recursos humanos y materiales necesarios.

Agua residuos y energía. Hay que abordar políticas de contención en el consumo de agua, energía y la producción de residuos. Continuar con una política de aguas que priorice la recuperación de acuíferos, penalice la sobreexplotación y la contaminación. Hay que hacer rápidamente una hoja de ruta para la descarbonización del sistema energético y hacer la planificación territorial de las infraestructuras energéticas renovables. Y hay que abordar el cierre de la incineradora e incidir en las políticas de prevención de residuos con especial atención a los plásticos.

Un modelo de movilidad integral: no más carreteras. Hay que revisar conjuntamente y con una visión integral de la movilidad, todos los instrumentos normativos y de planeamiento que afectan diferentes aspectos de la movilidad y que aún a día de hoy, se siguen gestionando como cuestiones inconexas y diferenciadas: carreteras, movilidad de personas y mercancías, transporte turístico, vías municipales, transporte público. Hay que abordar la dispersión competencial y la inexistencia de un criterio unificado que priorice la racionalidad del uso del transporte, la oferta de transporte público y la no construcción de nuevas infraestructuras.

Medidas imprescindibles en los primeros 100 días

Por todo ello, como medidas concretas dentro de los primeros 100 días del nuevo Pacto progresista, exigimos:

1. El inicio de la revisión del modelo territorial y de todos sus instrumentos de ordenación, con los criterios de reconversión sin crecimiento, desclasificación, protección integral del suelo rústico para usos primarios: DOT, Plan Territorial de Mallorca, PIAT y PGOU de Palma
2. La revisión de la Ley Turística para abordar la necesidad de una moratoria y decrecimiento de plazas turísticas (2x1).
3. La revisión de los instrumentos de planeamiento de los puertos de interés, puertos autonómicos y aeropuerto, con perspectiva de contención de crecimiento, y la reclamación directo de la gestión autonómica de las principales infraestructuras de entrada y salida de personas y mercancías. Con especial atención a aeropuerto y nuevas obras de remodelación y ampliación en tramitación y en la intensificación y consecuencias del turismo de cruceros.
4. La revisión de los presupuestos de la comunidad con el objetivo de replantearse como instrumento clave para la transición socioecológica, hacia un modelo económico diversificado que deje de pivotar sobre el monocultivo intensivo turístico y la explotación intensiva de territorio, recursos y personas, y con el objetivo de reforzar la soberanía en la gestión de nuestros recursos.
5. La aprobación de la ampliación del PORN de la Albufera y el Parque de Levante de Mallorca y la aprobación de la ZEPA de la Marina de Llucmajor
6. La aprobación de una ley que regule la adquisición de inmuebles por parte de no residentes sin un mínimo de cinco años de residencia, blinde el derecho a acceso a la vivienda y fije medidas concretas contra la especulación inmobiliaria y urbanística.
7. La paralización de la ejecución de todas las obras del convenio de carreteras actual, moratoria de carreteras hasta la aprobación del Plan Integral de Movilidad del Gobierno y renegociación inmediata de los convenios de carreteras y ferroviario con el estado.
8. Planificación territorial insular de las energías renovables con criterios de descentralización, justicia social e implantación prioritaria en espacios urbanizados. Y hoja de ruta con medidas concretas para la transición energética en Mallorca para el 2030, como ha hecho Menorca.
9. La redacción y dotación presupuestaria de un Plan integral de gestión y ordenación del litoral como instrumento que sirva para facilitar la gestión integrada del litoral para hacer frente a las múltiples agresiones que sufre y la dispersión competencial que hay.
10. Impulso fiscalidad ecológica finalista. Revisión del decreto que regula la gestión del Impuesto de Turismo sostenible: revisar finalidades, objetivos y mecanismos de toma de decisiones, haciendo que sea verdaderamente un impuesto ecológico finalista y redacción de una Ley de fiscalidad ecológica de las Islas Baleares, para disponer de fondos finalistas para hacer efectivas las políticas de transición socioecológica.

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