Actualizado el 15/04/2016 07:52 Compartir
Cada año, la EHIB se vuelca con las familias de la Fundación Respiralia, para que tengan otras opciones a la hora de dar de comer a los niños y jóvenes con Fibrosis Quística. Durante el curso académico, los alumnos de Alta Cocina estudian las características y necesidades de la dieta de una persona que tenga la enfermedad y elaboran propuestas atractivas.
La subdirectora de la escuela, Carmen Aguiló, comentó que era un placer colaborar con la Fundación y que estaba orgullosa de unos alumnos que de forma voluntaria cada año se ofrecían para realizar este taller. Por su parte, Paz Arizti, en representación de la Fundación Respiralia, agradeció a la EHIB y en especial a los profesores Xisco Jordà y Suni Muntaner que hicieran posible cada año la realización de este taller.
Este taller supone para las familias una formación importante ya que permite cubrir diversos aspectos nutricionales de la enfermedad y, además, aprender nuevas recetas de una forma cercana y muy práctica. En esta ocasión, los alumnos realizaron una propuesta de 5 platos salados y 4 dulces, todos ellos enriquecidos a base de frutos secos, nata líquida, aceite, etc., y altamente calóricos. Canelones de aguacates rellenos, chuletas a la Villeroy o torrijas en una sopa de chocolate blanco con cremoso de fresa fueron algunas de las propuestas presentadas y que los niños con Fibrosis Quística y sus familias pudieron degustar.
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