Opinión

La Plataforma Mos Movem: la OCB promueve el uso pleno de la lengua catalana menospreciando las lenguas baleares

Actualizado el 01/04/2019 11:56                Compartir

Hace unos días escribimos sobre el adoctrinamiento catalanista practicado por la Administración de Baleares. Ejemplos menores, dijimos, porque eran del tipo “lluvia fina”, actuaciones financiadas con cantidades más o menos limitadas de dinero público vía ayuntamientos, “consells” insulares y el propio Gobierno balear. Estos casos, no por menores menos nocivos, tanto se han infiltrado en nuestro día a día desde hace tantos años, que han sorprendido a algunos que, lamentablemente, ya los habían asimilado a nuestra historia o cultura.

Pero la Administración balear también alimenta a entidades especializadas en el adoctrinamiento, en este caso con grandes cantidades de nuestro dinero. Una de estas entidades es de envergadura, tanto por la magnitud de las subvenciones que recibe como por el daño que lleva causando a nuestra sociedad. Nos referimos a la Obra Cultural Balear (OCB).

La OCB se define como una entidad que "promueve la lengua y cultura propias y defiende el derecho de las Islas Baleares al autogobierno pleno”. No es un buen comienzo, pero vayamos por partes.

Con MUCHO dinero de todos los baleares, la OCB promueve el uso pleno de la lengua catalana (menospreciando las lenguas baleares), actúa para que no haya tregua en la inmersión lingüística, urge la integración catalana de los emigrantes y vela por los derechos de los catalanohablantes. También pagamos la Oficina de Derechos Lingüísticos (catalanes, ¡Faltaría más!) y a un buen puñado de asociaciones que colaboran con el mismo fin en varios ámbitos. Mientras, la Administración, dictatorialmente, aparca el respeto al uso del español (Art. 3.1 CE), el pluralismo de lenguas (Art. 20.3 CE) y las garantías del Art. 4.3 del Estatuto (uso normal y oficial de los dos idiomas). Y por fuerte que parezca la expresión, esta es exactamente la actitud de la Administración balear por acción o por omisión en relación a los hispanohablantes: hacer invisibles las agresiones a sus derechos lingüísticos, los únicos que están siendo pisoteados y discriminados. Y se quedan tan anchos.

Segunda parte. La OCB nos quiere hacer creer que nuestros derechos culturales han sido menospreciados y que tenemos baja autoestima a causa de años de una ficticia persecución a nuestra cultura. Son argumentos indefendibles, pero necesarios para seguir poniendo el cazo y recibir nuestro dinero a espuertas a través de Forum OCB y otro buen manojo de comisiones de trabajo para el debate político y social, dedicadas a reforzar la realidad cultural (catalana, por supuesto) de las islas. Además, organizan viajes y visitas culturales para sus socios, que así disfrutan de ofertas subvencionadas con el dinero de los que desprecian. Muy ruin y depravado todo este conglomerado que, con su diversidad de actividades, es quien está detrás del mayor proyecto de transformación social y agravio a nuestra verdadera Historia y Cultura.

El tercer ámbito de actuación de la OCB es conseguir el autogobierno pleno y el derecho a decidir (¿Decidir qué exactamente?). Para eso cuenta con miles de socios (sí, esos a quienes parcialmente pagamos sus viajes y visitas) y unas 30 y pico delegaciones territoriales que generan proyectos en el marco de los imaginarios “países catalanes”. Ilimitada desvergüenza para clamar que sus señas de identidad, compartidas con el resto de estos países inventados, están siendo atacadas. Faltaba el trasfondo de odio a España (¡Cómo no!), victimismo y postureo imprescindibles para que no se acabe el chollo. Ellos viven muy bien de la sopa boba, mientras una mayoría de ciudadanos vive discriminada y la Administración balear nos niega a todos unos servicios equiparables a los que disfrutan el resto de las sociedades modernas.

Sabemos que los millones (sí, sí, millones) llegan a la OCB directa e indirectamente a través de asociaciones afines y de la Administración. Señores políticos de antes y de ahora, de Baleares y de Cataluña, incluso los de Madrid que se lo permiten ¡Qué vergüenza! Ustedes no tienen perdón. No hay palabras para calificar el latrocinio y el atropello de derechos y libertades que cometen alimentando a este monstruo de la ingeniería social que, no obstante, jamás podrá con el ser de España.

Plataforma Mos Movem

Comentarios

  1. manacori

    01/04/2019 12:45

    los catalanes a su casa nosotros vivimas en Mallorca y somos españole y malloequins

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