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El Govern identifica los restos del murciano Francisco Solano, víctima del Penal de Formentera

El Govern identifica los restos del murciano Francisco Solano, víctima del Penal de Formentera

Actualizado el 17/11/2022 12:38                Compartir

Francisco Solano Vera es la primera víctima mortal de la colonia militar franquista de La Savina que ha podido ser identificada en el cementerio de Sant Francesc Xavier, en Formentera.

Los restos fueron localizados el mes de abril pasado durante la primera fase de exhumaciones y excavaciones del cementerio de Formentera que, en el marco del Tercer Plan de Fosas del Govern (2021-2022), impulsó la Vicepresidencia y Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, y en estrechada colaboración con el Consell Insular de Formentera, con el objetivo de localizar un mínimo de 58 víctimas mortales que habrían muerto en el Penal entre 1940 y 1942.

La intervención la llevó a cabo la Sociedad de Ciencias Aranzadi y dio como resultado la recuperación de al menos seis cuerpos compatibles por sus características con las víctimas del Penal. El primero de ellos en ser identificado ha sido el de Francisco Solano Vera.

Según el informe de identificación biológica realizado por el laboratorio BIOMICs de la Universidad del País Vasco (Vitoria-Gasteiz), la identificación de Francisco Solano se ha llevado a cabo mediante la comparación genética de las muestras dadas por dos hijas del difunto y las muestras óseas procedentes de la exhumación en el cementerio.

Sus restos habrían sido recuperados en la sepultura 10 de la fila 6, en el patio 2 del cementerio de Sant Francesc Xavier.

De acuerdo con la documentación de la época, recogida en el estudio del historiador ibicenco Antoni Ferrer Abárzuza para el Segundo Plan de Fosas del Govern de les Illes Balears, el murciano habría muerto en la colonia militar franquista de Formentera el 7 de julio de 1942 por caquexia y tuberculosis pulmonar.

La identificación permite confiar en que los restos recuperados en la primera fase de exhumaciones del cementerio de Sant Francesc Xavier del pasado mes de abril se corresponderían con víctimas del Penal.

En los próximos meses, una segunda intervención en Formentera buscará otras víctimas del Penal dentro del Cuarto Plan de Fosas del Govern (2022-2023), tal como aprobó este año la Comisión Técnica de Fosas y Desaparecidos del Govern de les Illes Balears.

Hasta hoy, en las Illes Balears se han podido recuperar en total los restos de al menos 220 personas asesinadas durante la Guerra Civil y la represión franquista, de las que ya se han identificado 47 con Francisco Solano, y se han devuelto 35 a sus familias.

Francisco Solano Vera

Nacido el 13 de diciembre de 1902 en Cartagena (Murcia) y residente a Los Dolores, Francisco Solano Vera era panadero y estaba casado con Dolores Fernández, con la cual tenía seis hijos.

Murió el 7 de julio de 1942 en el Penal de Formentera a los 39 años, por caquexia y tuberculosis pulmonar.

El Penal de Formentera

También conocido como La Colònia o El Campament de la Savina, por su ubicación junto al municipio formenterense, el Penal de Formentera fue un centro penitenciario franquista abierto entre abril y mayo de 1940 y dependiente de la Prisión Provincial de Palma.

Estaba destinado a personas ya sentenciadas por tribunales militares y se estima que, en sus dos años de vida, llegó a albergar hasta a 2.000 reclusos, procedentes de todas las provincias de España.

Los presos internados y sentenciados a penas inferiores a 12 años de prisión eran autorizados a salir del Penal para llevar a cabo trabajos y tareas. A aquellos condenados a sentencias superiores, se les reservaba, sin embargo, reclusión o trabajo en el interior del propio campamento.

Todos ellos compartían unas condiciones de vida deplorables, caracterizadas por el hacinamiento, la insalubridad, las enfermedades y el hambre. Estas condiciones llevaron a la muerte a, al menos, 58 personas reclusas, una cifra constatada por la propia burocracia del régimen franquista, y documentada por el estudio de la colonia penitenciaria realizado por el historiador Antoni Ferrer Abarzuza, a petición del Govern de les Illes Balears y como parte de su Segundo Plan de Fosas.

Según los testimonios y documentos recogidos por este estudio, los muertos eran enterrados en el cementerio de Sant Francesc, el cual empezó a construirse en 1938 y fue inaugurado en 1940, poco antes de que se produjera la primera defunción documentada en el Penal, en abril de 1941.

De acuerdo con este estudio, las muertes se sucedieron hasta octubre de 1942. «Cuando se producía una muerte, el cuerpo del finado era trasladado en carro, desde el Penal y hasta la puerta de la iglesia, donde el párroco rezaba un responso ante el ataúd, y de ahí seguían al cementerio», recoge el informe.

Estos testimonios afirman que «a veces se ponía más de un cadáver en el mismo ataúd» y también que «cuando se producía una defunción, se dejaba el cadáver en el depósito de la enfermería, a la espera de que se produjera otra muerte para aprovechar el viaje».

El Penal cerró a finales de 1942, probablemente y según los estudios, ante el temor del régimen franquista a que la opinión pública internacional conociera la situación de horror que se vivía en Formentera. Los presos fueron entonces trasladados a otras penitenciarias.


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