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¿Es Javier Aguirre la mejor opción para el banquillo del Mallorca?

¿Es Javier Aguirre la mejor opción para el banquillo del Mallorca?

Actualizado el 11/10/2023 13:30                Compartir

Con el mérito de haber conseguido en la recta final del curso pasado la permanencia del Mallorca en la categoría reina, Javier Aguirre amplió su contrato en Son Moix hasta el próximo verano, siempre bajo la idea de cuajar una dinámica deportiva más ambiciosa que la de evitar un descenso a los infiernos. La trayectoria y la expectativa son las claves de un proyecto ilusionante que, tras nueve fechas ligueras de discreción, no termina de ofrecer una buena imagen del equipo, ni sobre el césped ni en los registros. El técnico mexicano acumula cinco empates y un juego bastante pobre que deja a los suyos en la decimoquinta plaza.

La inercia de la campaña anterior y la pizarra en torno a las ocho incorporaciones que el club ha firmado en el presente curso no están validando todavía un rumbo exitoso. Tras la debacle en Girona, el cuadro bermellón no ha hecho otra cosa que abonarse a las igualadas; las últimas han sido frente al Barcelona, el Rayo y el Valencia, tal vez algo injustas, teniendo en cuenta que la falta de concentración en momentos puntuales ha evitado cerrar bien los partidos. Bajo esta sintonía se mueve también el análisis de Aguirre, que entiende que la cosecha está siendo escasa a partir de todo lo que genera el equipo. Para confirmar la dimensión del problema basta con saber cuál es la mejor casa de apuestas en España, entrar en su web y analizar los pronósticos que se barajan a corto plazo; el Mallorca figura entre los favoritos para caer a segunda.

En base a estas coordenadas, el dibujo mallorquinista, fiel al concepto del entrenador, está buscando un modelo de fútbol que se adecúe a las características de la plantilla. Por el momento, con las bajas de Maffeo y Raíllo y buscando un tono defensivo que además de cerrar proponga, la zaga de cuatro parece haberse consolidado. El mexicano considera que con esta alternativa, no como sucedía con la línea de cinco atrás, los jugadores de fondo gozan de una mayor distancia para la elaboración, un asunto que al final es clave para ir creciendo de cara a portería. Esto, unido al empeño de tener más la pelota, está siendo decisivo en el esquema del míster, que después del varapalo en Montilivi cree que el cuadro balear, más allá de los números, está reaccionando de manera positiva.

La trama que plantea Javier Aguirre para lo que está por venir se centra sobre todo en hacer que la versatilidad del grupo sea un valor añadido. La polivalencia de sus futbolistas facilita mucho cambiar el dibujo en función de las necesidades, algo que suele despistar al adversario. Siempre resulta intrigante el planteamiento de este Mallorca, que por encima de lo previsible puede sorprender, por ejemplo, con un doble pivote, con Larin cayendo a la banda, con Antonio siendo más incisivo por el carril o con los centrales zurdos participando a pierna cambiada. Variantes, en definitiva, que enriquecen la disposición táctica y que El Vasco no dudará en emplear si los próximos duelos lo exigen.

Si bien es cierto que todavía no existen urgencias en la tabla clasificatoria, es importante señalar que la afición mallorquinista, cómo es lógico, está con ganas de volver a celebrar victorias, de impedir que la falta de oxígeno condicione lo que resta del calendario. El equipo sólo se ha llevado un triunfo en este arranque liguero y capitaliza un parcial de cifras bastante paupérrimo: ocho puntos de veintisiete posibles. Ni siquiera a domicilio ha habido una recompensa más allá del empate; hay que remontarse a la campaña 2004/05 para encontrar en la novena jornada una sequía bermellona de este calibre. Aunque el inicio del año pasado tampoco fue idílico, a esta altura del campeonato los de Palma ya tenían un punto más en su haber, por lo que la presión sobre Aguirre empieza a dibujarse en el horizonte.

Desde la dirección deportiva del club, Pablo Ortells dejó claro hace unas semanas que tenía plena confianza en el técnico mexicano y que en esos momentos no se contemplaba una destitución inminente. Ahora bien, la racha de Aguirre no ha mejorado mucho desde entonces y el debate en torno a su continuidad en el banquillo podría abrirse si tras el parón de selecciones no le pone remedio al romance que el Mallorca guarda con el empate. Real Sociedad, Getafe y Betis son los conjuntos a los que tocará enfrentarse en la reanudación liguera, tres obstáculos complejos que serán decisivos para pensar en un futuro más dulce.

La tarea que tiene por delante Javier Aguirre en este paréntesis no es otra que la de consolidar un modelo de juego que explote mejor las características de los fichajes, que ofrezca una defensa más firme y un centro del campo más creativo, que aumente la media de goles y el porcentaje de posesión. Es precisamente esto último lo que trae de cabeza al entrenador, una de las preocupaciones que ha confesado de manera pública y que está buscando remediar jornada tras jornada. Tener la pelota puede ser el comienzo de algo prometedor.


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