Baleares cuenta con un nuevo plan director sectorial de movilidad para los próximos siete años

El Consell de Govern ha aprobado hoy el Decreto mediante el que se aprueba el Plan Director Sectorial de Movilidad de las Illes Balears 2019-2026. Este decreto da el mandato a las administraciones para planificar y tomar todos los acuerdos administrativos necesarios para materializar las medidas que incluye.

El Plan prevé una inversión total de 1.720 millones de euros entre todas las administraciones competentes en el desarrollo de estas medidas, que se realizarán entre los años 2019 y 2026.

El modelo que dibuja el Plan Director Sectorial de Movilidad de las Illes Balears se centra en un cambio de la distribución modal de los desplazamientos a favor de los transportes colectivos y no motorizados que deja de lado la construcción de nuevas infraestructuras viarias.

Es un modelo en el que la utilización del coche privado pierde peso en favor del transporte colectivo u otros modos de transporte alternativo y que tiene también un marcado carácter social, de integración, de igualdad de oportunidades y del derecho a la movilidad de los ciudadanos de todas las islas.

Este nuevo planteamiento de movilidad se completa con una apuesta por la sostenibilidad, con el fin de conseguir una reducción progresiva de la contaminación que causa el transporte.

El Plan fija como objetivos principales los siguientes: garantizar la accesibilidad al transporte de todos los ciudadanos y en todo el territorio; reducir la contaminación generada por la movilidad y minimizar el consumo energético; reducir la accidentalidad; minimizar la distancia media de los desplazamientos; ir hacia una ciudad compacta con servicios que reduzcan los desplazamientos fuera; transformar la distribución modal a favor del transporte público o no motorizado; mejorar y flexibilizar las condiciones del transporte público a la vez que se da rigidez al privado, y optimizar la conexión entre las islas.

El Plan se concreta en las siguientes líneas:

1. Ampliación de la red de transporte público

Con dos actuaciones principales:

— Nuevas concesiones de autobús. El Plan prevé el incremento del 50 % de la oferta en la isla de Mallorca, y un porcentaje incluso superior en las otras islas.

— Un nuevo mapa ferroviario, que será un instrumento clave para resolver la situación de congestión de los accesos a Palma y su área metropolitana. En este sentido, se plantea desarrollar la línea de Migjorn, de Palma a Llucmajor; el Trambadia desde Palma al aeropuerto y la integración del metro en la red urbana de Palma, con la ampliación de la línea al ParcBit y Son Espases.
Las líneas de tren a Alcúdia, hasta Artà y Cala Rajada, o la ampliación (en una segunda fase) de la línea de Migjorn hasta Felanitx o del tranvía hasta Santa Ponça completarán el mapa ferroviario.

Las ampliaciones del metro al ParcBit y Son Espases han iniciado ya su tramitación.

2. Medidas para flexibilizar el transporte público y más rigidez para el vehículo privado

En este punto se proponen las siguientes medidas: la creación de hasta 50 kilómetros de carril bus VAO y la habilitación de aparcamientos de enlace para favorecer la entrada en los centros urbanos en transporte público. También se prevé la elaboración de planes de movilidad de las ciudades con más protagonismo de espacios para peatones y de carriles bici; y de planes de movilidad para empresas y grandes centros de trabajo (UIB, polígonos industriales, etc.).

3. Integración tarifaria de todas las islas

Ya se ha iniciado el camino para conseguir que tanto tarjetas como máquinas validadoras tengan la misma tecnología.

4. Reducción de la contaminación

Se pretende llegar a una reducción de la utilización del vehículo privado y el cambio a vehículos menos contaminantes tanto de los colectivos como de los privados: la electrificación del tren ya completada, nuevos autobuses de gas natural y eléctricos, o la limitación de entrada de vehículos contaminantes a partir de 2025 y 2035 que incluye la Ley de cambio climático y transición energética de las Illes Balears.

5. Mejora de la movilidad interinsular

El Plan propone medidas que pasan por superar la falta de interrelación y configurar un territorio único desde el punto de vista de la movilidad. En este sentido, para que todas las islas se integren en un mismo sistema tarifario es necesario que exista la posibilidad de realizar estos desplazamientos en transporte público y que tanto tarjetas como máquinas validadoras respondan a la misma tecnología.

6. Reducción de la siniestralidad

Con reducción de la velocidad e inversiones en mejoras en los tramos de concentración de accidentes (TCA).

7. Optimización de la distribución de mercancías

Con la creación de centros logísticos.

Con las medidas que incluye el Plan se pretende revertir los datos respecto del uso de la movilidad tanto por parte de los residentes como por parte de los turistas recogidos en la fase de diagnosis:

En el caso de los residentes, más de la mitad de los desplazamientos (2,6 millones diarios) se hace en coche (el 57 %) y, además, el 69 % de estos desplazamientos tiene el origen y la destinación en el mismo municipio. Otro de los datos principales es que cerca del 70 % de los desplazamientos para ir al trabajo se realiza en coche.

Con respecto a los turistas, el 34,5 % utiliza el coche (realizan 1,3 millones de desplazamientos diarios). Ello supone un incremento del tráfico de aproximadamente el 25 %.

Nueva distribución modal de la movilidad
Con la aplicación de este plan se prevé esta nueva distribución de los modos de transporte: un 13 % de desplazamientos se realizaran en transporte público; un 42 % a pie y un 9 % en bicicleta, lo que reducirá el peso del coche del 56 % al 36 %.

En el caso de los turistas, se ha estimado que se pueden reducir en un 30 % los desplazamientos que realizan en coche.

La previsión es que la demanda de pasajeros del transporte público se incremente de forma muy significativa y pueda pasar de los 61,10 millones de viajeros anuales que hay ahora a 84,4 millones (escenario de hipótesis más baja) y 108,7 millones (hipótesis más alta). Ello supondría un incremento del 78 % (en el escenario más optimista) en la utilización del transporte público.