Actualizado el 13/06/2024 12:28 Compartir
Además del conseller, en la reunión de la Comisión, que ha sido presidida por el director general de Pesca, Antoni M. Grau, también han estado presentes representantes de los consells insulars, así como de las principales federaciones, asociaciones y entidades del sector de la pesca en las Illes Balears. En este primer encuentro, y a propuesta del propio sector, se han tratado las principales demandas que preocupan a este colectivo. El primer punto que se ha puesto encima de la mesa han sido las implicaciones para la pesca recreativa del Reglamento europeo 2023/2842, de 22 de noviembre. En concreto, la cuestión del registro de datos de capturas. En este sentido, se ha expuesto que la mejora de la gestión de la pesca depende, en gran parte, de una buena recopilación de datos, que es más fácil siempre que se involucre al sector de forma efectiva, incluyéndolo en la toma de decisiones.
«Los modelos basados en la cogestión proporcionan muchísima más información y generan un clima de confianza y respeto que permite una reacción más rápida, fluida y cordial que con el modelo de gestión tradicional. Por eso, y a partir de la experiencia de la Dirección General de Pesca de recogida de datos en reservas marinas, la Comisión de Cogestión ha acordado que el Govern se avance a las previsiones del Reglamento europeo y que el programa balear de recogida de datos se aplique en todas las aguas del archipiélago, empezando por las aguas interiores», ha explicado Simonet.
Un segundo tema que se ha debatido ha sido la modificación del Decreto 34/2014, de 1 de agosto, en cuanto a la polémica de los aparatos posicionadores dinámicos, que pasarán a estar limitados exclusivamente a las reservas marinas. También se ha hablado, a propuesta de la Asociación Mallorquina de Pesca Responsable, de la posibilidad de mantener la talla mínima de 30 cm para la serviola todo el año y no hasta el 15 de septiembre. La iniciativa, que va en la línea del reciente Decreto 29/2024 de pesca de cerco, se fundamenta en la experiencia de 2023, cuando la elevada temperatura del agua del mar aceleró el crecimiento de las serviolas y favoreció que ya no hubiera peces pequeños en septiembre.
Finalmente, y también a petición del sector, se ha tratado la conveniencia de fijar cuotas de captura diaria para las especies de peces de más valor comercial (tal como pasa con los cefalópodos) para facilitar el trabajo de la inspección y evitar potenciales abusos por el uso de los posicionadores dinámicos. En este sentido, se ha creado una comisión de expertos que elevará propuestas a la Dirección General de Pesca.
Para acabar, Grau ha vuelto a reivindicar el papel de la pesca marítima recreativa, «que tiene una gran tradición en las Illes Balears y es una actividad de ocio que cuenta con decenas de miles de aficionados. Además, no se debe olvidar que genera un importante movimiento económico y comercial». El director general de Pesca también ha recalcado que «a los practicantes de la pesca recreativa les preocupa la conservación y la salud de los recursos marinos, por lo que pueden contribuir tanto a la preservación de los ecosistemas como a la recopilación de datos y la monitorización de especies».
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