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Los puertos de Menorca están preparados para afrontar las consecuencias del cambio climático

Los puertos de Menorca están preparados para afrontar las consecuencias del cambio climático

Actualizado el 01/07/2021 17:17                Compartir

El conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí, ha presentado hoy en Menorca los resultados del estudio de adaptación de los puertos autonómicos al cambio climático necesario para redactar el Plan General del ente público. La presentación del estudio, que ha tenido lugar en la sede del Consell de Menorca, ha contado con la participación de la presidenta del Consell, Susana Mora, el director general de Transporte Marítimo y Aéreo, Xavier Ramis y la directora gerente de Ports de les Illes Balears, Cristina Barahona.

El estudio evalúa los factores de riesgo asociados al cambio climático a medio y largo plazo que podrían afectar los puertos de las Illes Balears y propone medidas generales de adaptación para evitar los efectos.

Las conclusiones generales se presentaron hace pocas semanas y hoy se han presentado las específicas para la isla de Menorca, donde se han analizado los puertos que pertenecen a Ports IB: Fornells, Ciutadella (exterior e interior), Cala en Bosch y Addaia.

La subida del nivel del mar es una de las consecuencias del cambio climático que afecta a las costas y a los puertos, los posibles cambios en las alturas y direcciones del oleaje, así como por las variaciones en las mareas meteorológicas (provocadas por condiciones meteorológicas extremas como tormentas o borrascas).

Por lo tanto, la subida del nivel del mar representa el mayor riesgo para los puertos de las Illes Balears, dada la concatenación de sus efectos, como la inoperatividad de muelles y pantalanes, el ultrapasamiento por oleaje de los diques portuarios y la generación, en consecuencia, de problemas de agitación interior. Precisamente, en el caso de los puertos de Menorca, los principales problemas que se deberán afrontar serán el aumento de la agitación en el puerto exterior de Ciutadella y la inoperatividad de los muelles en Addaia.

El encargado de llevar a cabo este análisis ha sido el Laboratorio de Ingeniería Marítima de la Universitat Politècnica de Catalunya BarcelonaTech, un centro de búsqueda (CER) de reconocido prestigio internacional en la estructura del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Escuela de Ingeniería Civil de Barcelona. Los autores del estudio son Joan Pau Sierra, Xavier Gironella, Agustín Sánchez-Arcilla, Corrado Altomare, Vicenç Gracia, Daniel González-Marco y Arnau Gironella.

Los resultados de esta investigación permitirán adaptar el dimensionado y el enfoque de las propuestas de actuación del plan general que Ports de les Illes Balears está redactando actualmente.

El documento establece dos marcos temporales consensuados por la comunidad científica para estudiar el cambio climático —en 2045 y en 2100—, y utiliza dos supuestos basados en diferentes escenarios de emisiones de CO2; uno de más optimista, en el que las emisiones se mantienen estables y, por lo tanto, el incremento de la temperatura global y el crecimiento del nivel del mar es menor, y otro, en el que las emisiones continúan aumentando y los efectos negativos crecen exponencialmente.

A partir del grado de exposición, la peligrosidad y la vulnerabilidad de los puertos analizados, el estudio establece los cinco principales riesgos a los cuales los puertos baleares se tienen que enfrentar:

  • La operatividad de los muelles y pantalans
  • El ultrapasamiento de los diques portuarios por el oleaje
  • La estabilidad estructural de los diques portuarios
  • La agitación dentro de la zona portuaria
  • Pérdida de calado de los puertos

El estudio concluye que, a pesar de que los puertos de las Illes Balears, en general, están preparados para afrontar los efectos del cambio climático en 2045 en el escenario más optimista, es importante prever acciones de adaptación para el horizonte 2100 en ambos escenarios por el aumento del nivel del mar.

Los resultados principales del estudio son:

— El mayor riesgo para los puertos es la pérdida de operatividad de los muelles a consecuencia de la subida del nivel del mar. Hay que recordar que en los escenarios utilizados, las subidas medianas previstas son las siguientes:

  • RCP4.5 Escenario optimista el 2045: 18 cm
  • RCP4.5 Escenario optimista el 2100: 47 cm
  • RCP8.5 Escenario pesimista el 2045: 25 cm
  • RCP8.5 Escenario pesimista el 2100: 88 cm

Por lo tanto, según el estudio, los puertos autonómicos están, en general, muy preparados para resistir los efectos de la subida del nivel del mar en el horizonte 2045, con un 91 % de los puertos en el escenario optimista, y un 73 % en el escenario pesimista entre los niveles de riesgo bajo, muy bajo o cero. Esta situación se puede complicar bastante en 2100, y llegar a un 52 % de los puertos en el máximo riesgo de inoperatividad en el escenario optimista y hasta un 88 % en el escenario pesimista. En el caso de los puertos menorquines, el puerto de Ciutadella exterior está muy preparado para afrontar este problema en los dos escenarios temporales y no muestra ningún riesgo. El resto de los puertos menorquines cuenta con un grado de riesgo bajo o muy bajo en el horizonte 2045, pero la posibilidad de inoperatividad de los muelles en el 2100 se dispara hasta el grado alto o muy alto en el 2100. La situación es más problemática en la instalación de Addaia, dado que ya presenta un riesgo alto y muy alto en los dos escenarios estudiados tanto en el 2045 como en el 2100. Por otro lado, los pantalanes instalados en Menorca muestran un riesgo cero o muy bajo, dado que muchos de ellos ya son flotantes

— El ultrapasamiento de los diques portuarios por el oleaje es el segundo riesgo más importante para los puertos gestionados por Ports IB, puesto que los hace vulnerables a los temporales y puede derivar en problemas de agitación interior que afectan a las instalaciones portuarias. De hecho, el puerto de Ciutadella tiene un riesgo muy alto de ultrapasamiento en todos los escenarios, puesto que se trata de un dique rebasable. Aún así, el resto de puertos muestran un riesgo bajo o muy bajo en todos los escenarios.

— La agitación consiste en la variación del nivel de la mar en la lámina de agua abrigada y se produce por la interacción de las olas con los diferentes elementos que configuran la geometría del puerto. El cálculo resulta de vital importancia puesto que afecta a la seguridad en el desarrollo de las operaciones de las embarcaciones en puerto (atracada, estiba y permanencia), y determina en gran medida los niveles operativos de estas. Debido a la agitación, también se ven afectadas las estructuras de defensa exterior, muelles, protecciones, amarras, etc. En el caso de Menorca, una vez más el puerto de Ciutadella muestra un riesgo muy alto en todos los escenarios. En cambio, el resto de puertos muestran riesgos bajos en todos los escenarios, a excepción del puerto de Ciutadella interior, que en la peor hipótesis muestra un riesgo alto en el 2100.

— En cuanto a la estabilidad de las infraestructuras portuarias, se trata de un riesgo que depende especialmente del oleaje, así como del aumento del nivel de la mar, que puede favorecer la llegada de olas más altas. El nivel de riesgo es similar en todos los escenarios y, a corto plazo, entre el 76 % y el 82 % de los puertos tienen el riesgo bajo, muy bajo o nulo. En el caso de Menorca, esta constante no cambia y ninguno de los puertos analizados tendrá problemas de inestabilidad en los escenarios futuros.

— Por último, en relación a las posibilidades de pérdida de calado de los puertos autonómicos, si bien se trata de un problema conocido y recurrente en las infraestructuras portuarias baleares, en general el riesgo se mantendrá similar en todos los escenarios futuros e incluso podría disminuir, según las previsiones más pesimistas, dado el aumento del nivel del mar. Esta tendencia se confirma en los puertos menorquines, dado que todos muestran un riesgo nulo o muy bajo a todos los escenarios estudiados.

En conclusión, se puede decir qu,e a pesar de que los riesgos son reales, ya hay medios técnicos para llevar a cabo las medidas de adaptación necesarias para hacer frente a estos problemas.

De hecho, en paralelo con el desarrollo de este estudio, Ports de les Illes Balears, junto con los científicos de la UPC, avanza en la definición de las actuaciones que, en el contexto del plan general, darán respuesta a las problemáticas derivadas del cambio climático. A pesar de que cada puerto será analizado de forma específica de acuerdo con sus peculiaridades y necesidades concretas, y que cada proyecto tendrá que pasar la tramitación medioambiental y administrativa correspondiente, el plan general propone un marco de referencia para los próximos quince años, en que se prevén actuaciones cómo:

— La mejora de las condiciones de abrigo.

— La reorganización de espejos de agua ya abrigados.

— El aumento de la cota de coronación de muelles y la sustitución de pantalanes fijos por flotantes para evitar la inoperabilidad.

— El acrecentamiento de diques o la construcción de elementos como botaones, bermas o diques sumergidos para eludir el sobrepasamiento y mejorar la estabilidad estructural.

— La modificación de dársenas y contradiques para mejorar las condiciones de agitación interior.

— La construcción de espigones o rampas de ruedo para evitar el calado

Así, la línea que seguirá el plan es la de plantear medidas que puedan resolver las carencias que pueda tener el sistema portuario balear, así como mejorar y optimizar el funcionamiento de las instalaciones portuarias existentes sin llevar a cabo ampliaciones ni construir nuevos puertos, puesto que, con la previsión necesaria y la planificación de proyectos específicos, Ports IB podrá garantizar la operatividad de sus instalaciones y hacer frente a los efectos del cambio climático de forma eficiente y sostenible.

En concreto, en cuanto a Menorca, el estudio concluye que los puertos están bien preparados para afrontar el cambio climático, sobre todo en el horizonte 2045. El único riesgo alto o muy alto en este año son la agitación en el puerto exterior de Ciutadella y la operatividad de los muelles en Addaia.


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