Menorca
Finalización de la restauración de una parte de las murallas del castillo islámico de Santa Águeda

Finalización de la restauración de una parte de las murallas del castillo islámico de Santa Águeda

Actualizado el 03/03/2019 06:21                Compartir

El Consell Insular de Menorca (CIM) da por finalizadas las obras de rehabilitación de 37 metros de la muralla que mira al norte del núcleo central del castillo islámico de Santa Águeda (Ferreries).

El estado de conservación de este tramo de la muralla norte del castillo era muy precario. Dos fragmentos importantes de este tramo habían caído ya de antiguo y se habían remontado con técnica constructiva de piedra seca cuando encima de la montaña había una explotación agrícola activa. Otro fragmento, de unos tres metros, se estaba desprendiendo del conjunto y amenazaba caer, cosa que podría suponer, no sólo un peligro para el patrimonio histórico de Menorca que representan estos restos de origen islámico, sino también un peligro para los visitantes.

El mes de abril de 2015, a iniciativa del departamento de Cultura de la CIM, el arquitecto Joan J. Gomila Portella elaboró un proyecto de rehabilitación de este tramo de muralla, que no se ejecutó en aquel momento por falta de presupuesto. Es por este motivo que en ocasión de la primera convocatoria del fondo del Impuesto de Turismo Sostenible del año 2016 se pudo presentar este proyecto, que fue aprobado con una dotación de 118.089,59 €.

La obra fue contratada en M. Polo, SL. El director de obra ha sido Joan J. Gomila; Ester Sintes, arquitecta técnica, y Cristina Rita, arqueóloga, han actuado de coordinadoras en representación del Consell Insular de Menorca, y Francisco J. Crespí de coordinador de seguridad y salud laboral. Además, han participado los arqueólogos contratados por la empresa Elena Sintes e Ismael Moll Pelegrí y la restauradora contratada por el Consell Insular, Magdalena Escalas.

La intervención ha tenido unas dificultades añadidas como son la pluviosidad del año 2018, que retrasó las obras durante muchos días, la complicación del acceso con maquinaria y materiales hasta la cima de la montaña y la condición de yacimiento arqueológico, que obligaba a excavar previamente las zonas donde se tenían que poner al descubierto los cimientos de la muralla.

Gracias a esta intervención se han localizado los cimientos de dos torres circulares que tendrán que ser consolidadas y restauradas en otra etapa.

Como criterios de intervención se han seguido en el remontaje las líneas de piedras marcadas en la construcción islámica original, se ha buscado la cara de las piedras que ya había estado en el exterior para ponerlas también en esta posición, y, siempre que ha sido posible, se ha optado por la consolidación del muro con un mortero, la composición y el color del cual también ha sido muy parecido al original. También se ha aprovechado para sanear el tramo de la vegetación y las raíces de higuera que habían sido uno de los factores causantes de su deterioro. Finalmente, en estos momentos, la zona también ha sido delimitada por barreras limitadoras por la parte superior de la zona rehabilitada con el fin de evitar el peligro de caída a los visitantes.

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