Economía
El primer año de pandemia redujo un 45% la facturación 
del tejido empresarial de Balears

El primer año de pandemia redujo un 45% la facturación del tejido empresarial de Balears

Actualizado el 26/07/2022 14:00                Compartir

El tejido empresarial de Balears sigue en proceso de recomposición frente a las ventanas de oportunidad que abre el nuevo escenario después de dos ejercicios de pandemia. Hoy, de acuerdo con los datos contables disponibles a nivel agregado, es posible aproximar el decalaje que asumieron sus principales ratios económico-financieras en 2020. De entrada, la paralización de la actividad a lo largo de los últimos nueve meses del ejercicio provocó una reducción de la cifra de negocios de las empresas del sector privado no agrario del 45% respecto de 2019. Un descenso que gana intensidad con el tamaño de las unidades, de manera que la caída oscila entre el 25,1% de la microempresa (i.e. unidades con menos de 10 asalariados) y el 54% de la gran-empresa (i.e. unidades con más de 250). Sectorialmente, la caída se da en todas las esferas productivas, entre las que destacan los servicios de alojamiento y restauración (-74,3%), las actividades administrativas, que incluyen las agencias de viajes (-66,6%), el transporte y almacenamiento (-38,7%), el comercio (-26,2%), así como la industria manufacturera (-19,2%) y la construcción (-11,5%).

Así mismo, los márgenes empresariales se hundieron en terreno negativo (-5% vs 8,3%, 2019) y la rotación del activo, frente a la nula o escasa actividad, experimentó un notable descenso (0,41 vs 0,73, 2019), también progresivo con el tamaño de las unidades. Con estos mimbres es lógico que la capitalización de la actividad arrojara una ratio de rentabilidad económica (o ROA) negativa (-2% vs 6,1%, 2019), que se agranda en términos de rentabilidad financiera (o ROE) y trastoca el retorno de la inversión (-6,4% vs 11%, 2019).

Con todo, cabe señalar que el tejido empresarial afrontó este desafío desde una posición económico-financiera de partida favorable para contener el riesgo financiero a corto plazo y asegurar su viabilidad. Desde esta perspectiva, el endeudamiento para hacer frente a esta situación no tendió al alza en exceso, pues se descubre una ratio situada en 2,19 euros exigibles frente a terceros por cada euro disponible de fondos propios, una relación que empuja mínimamente la que se anotaba en el último ejercicio de normalidad (2,07) en un contexto en el que el coste financiero medio se ha mantenido en niveles moderados (1,6% vs 1,5%, 2019) e, incluso, más asequibles a los del trienio 2015-2017.

La progresión relativamente contenida de la adquisición de nuevas financieras está, sin duda, ligada al recorte de los gastos de capital, propio de una respuesta ágil y efectiva para preservar el estado de caja. De hecho, la tasa de inversión se situó para el conjunto del tejido no agrario en el 7,5% del inmovilizado contabilizado, un porcentaje que rebaja el del ejercicio anterior (9,9%) y que se sitúa, como cabe esperar, en el nivel más bajo del último quinquenio (10,5%, 2016-2019).

En este escenario, el último número de i|negocis ‘¿Sabemos a cuánto sube la primera factura empresarial de la pandemia? señala que la gestión de los gastos de capital ha de trascender, dos años después, de ser recortados a ser reexaminados en aras a forjar estrategias empresariales que avanzan de la gestión del riesgo a la construcción de resiliencia frente a nuevos episodios disruptivos. Se trata, según comparte Antoni Riera, director técnico de la fundación, de “forjar una resiliencia operativa, tecnológica, reputacional y, por supuesto, financiera que descansa, entre otras muchas cuestiones, en la definición de un portfolio de inversiones orientadas a incrementar los resultados a largo plazo”. Para ello, “las empresas de las islas encuentran en la apertura de vías de progreso altamente recomendables para impulsar la competitividad global del archipiélago, como son la digitalización y la economía circular, nuevas ventanas de oportunidad para plantear nuevas visiones y estrategias de futuro”.

La recomposición postpandemia del tejido empresarial balear ha de transcender el ciclo

Una cuarentena de directivos y colaboradores de las empresas que forman parte del Patronato de IMPULSA BALEARS han participado del desayuno empresarial, que ha tenido lugar esta mañana en las nuevas instalaciones del hotel HM Blanc. En el transcurso del encuentro ha quedado patente que la recomposición del tejido empresarial del archipiélago supera, en estos momentos, la ambición de recuperar el número de unidades perdidas. En este sentido, tal como resume Riera, “el tejido empresarial de Balears afronta un nuevo escenario en el que su resiliencia rebasa el mantenimiento de los márgenes operativos y se centra en la explotación de nuevas fuentes de valor añadido”.

Según las cifras censales, el primer ejercicio de pandemia se saldó con un total de 98.120 empresas en activo, una cifra que recorta un 1,9% la del ejercicio anterior –que había rebasado por primera vez el umbral de las cien mil– y que asume un impacto negativo superior a la media española (-1,1%). Traspasado el ecuador de 2022, los últimos datos disponibles de centros de cotización en alta a la Seguridad Social señalan que los registros del segundo trimestre siguen siendo un 5% inferiores a los de 2019, un porcentaje que, en todo caso, lima casi a una tercera parte la brecha que se encajaba hace justo un año (-13,5%).

Todos estos resultados están disponibles a través de una nueva edición de i|empresa, previo registro de los interesados en www.impulsabalears.org.


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