Economía
El monográfico “Construcción: Visión Global, Impacto Local” analiza la situación actual del sector en Baleares

El monográfico “Construcción: Visión Global, Impacto Local” analiza la situación actual del sector en Baleares

Actualizado el 14/12/2018 06:51                Compartir

La sede de la Asociación de Constructores de Baleares ha sido el escenario de la presentación del Informe Monográfico Sectorial “Construcción: Visión Global, Impacto Local”, promovido por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) y la Asociación de Constructores de Baleares y realizado por la Fundació Impulsa Balears. El acto de presentación ha contado con las intervenciones del presidente de la Asociación de Constructores de Baleares, Eduardo López y de la presidenta de CAEB, Carmen Planas, y la presentación del informe por parte del director técnico de la Fundació Impulsa Balears, Antoni Riera.
El informe está orientado al análisis de la situación actual y tendencias de futuro del entorno productivo del sector de la construcción en Balears, a través de los que el tejido empresarial realiza una contribución relevante a la economía del archipiélago.
En su presentación, Antoni Riera ha destacado que “el monográfico constata que la construcción está recuperando progresivamente el ritmo de actividad beneficiada por las favorables condiciones del entorno económico y que este proceso se produce en un contexto marcado por los cambios tecnológicos, normativos y de demanda del sector en el que las nuevas tendencias en la construcción giran en torno al uso de recursos y procesos más eficientes y una mayor orientación hacia la demanda”.
Riera ha señalado que el sector de la construcción está reforzando de manera gradual su contribución a la economía balear, tanto a la generación de valor (6,2% del PIB) como al empleo (10,1%), tras el intenso ajuste encajado durante el periodo recesivo (-53,4% del empleo) y observa en el tejido regional una presencia relativa superior a la del entorno competitivo del archipiélago (5,8% del PIB español y 5,4% del PIB europeo).
El informe refleja que esta mejora del nivel de actividad posibilita que las empresas de la construcción estén adquiriendo estructuras de tamaño superior (+1,5 pp de empresas pequeñas, +0,2 pp de empresas grandes) y alcancen un mayor grado de supervivencia como lo demuestra que la tasa de natalidad (11,3%) esté superando la de mortalidad (7,7%).
Riera ha destacado que “la formación del capital humano y la integración de las nuevas tecnologías mantienen un elevado potencial para mejorar la eficiencia del sector” y que “las oportunidades para la mejora de la formación del capital humano se concentran, mayormente, en torno a los puestos de trabajo de categoría media”.
Por otra parte, ha explicado que “la integración de las nuevas tecnologías en los procesos empresariales presenta aún un amplio margen de progreso, sobre todo en el ámbito de mejoras en la eficiencia y en el aprovechamiento de los recursos disponibles, aspectos clave en la estrategia y rentabilidad empresarial del sector”.
Por ramas de la actividad, el informe señala que el mayor dinamismo del sector se concentra en torno a las actividades de edificación de naturaleza tanto residencial como no residencial. Cabe destacar que la obra residencial se reactiva impulsada por el aumento de la demanda de viviendas por parte de la población tanto local como extranjera.
La actividad de obra no residencial se está beneficiando de la importante inversión en proyectos de naturaleza turística, mientras que la promoción inmobiliaria mantiene un tono más contenido que el resto del sector a la espera de que finalice el ajuste entre la demanda y la oferta del mercado residencial. Por último, las obras de ingeniería civil se desmarcan del dinamismo del sector en un contexto de mayor moderación de la iniciativa pública.

Apuesta de futuro
Respecto a las tendencias de futuro, el informe matiza que el proceso de recapitalización que está acompañando la progresiva recuperación de la actividad de la construcción constituye para el tejido empresarial del sector una oportunidad propicia para transformar sus fundamentos productivos y alcanzar, así, un mayor grado de resiliencia frente a futuros episodios recesivos de la economía, en general, y del mercado inmobiliario, en particular.
Se trata, señala el director técnico de Impulsa, “de transitar desde los métodos clásicos de edificación e ingeniería hacia un horizonte donde las construcciones constituyan elementos de mayor valor”. Como claves para este tránsito, Riera ha destacado “una nueva concepción del proceso constructivo en la que todos los agentes implicados trabajarán más coordinados y de manera más colaborativa”, “la mejora de la productividad, basada, fundamentalmente, en el uso de las nuevas tecnologías aplicado al diseño de los proyectos de obra, la coordinación de los procesos y el control permanente de los resultados” y “una mayor especialización de la oferta inmobiliaria, especialmente residencial, centrada en proveer viviendas que se adecúen a las nuevas necesidades tanto económicas como sociales”.
Para conseguirlo, el informe considera como “estratégica” la apuesta por el talento, “con el objetivo de adecuarlo a la elevada demanda de competencias de nivel medio que se observa en el sector”, y la integración tecnológica “de equipos más modernos con capacidad para diseñar proyectos de obra con mayor detalle y exactitud, coordinar y acelerar los procesos y trabajar con materiales más versátiles y sostenibles”. En este sentido, Riera ha destacado que “la mejora de la eficiencia y el aprovechamiento de los recursos disponibles, son aspectos clave en la estrategia y rentabilidad empresarial del sector”.
Por otra parte, el estudio señala que es preciso corregir por una parte, la inseguridad jurídica que deriva de la creciente complejidad del ordenamiento jurídico y que explica que la indeterminación o incertidumbre que de ello se deriva se situé entre las preocupaciones más destacadas de los operadores jurídicos y económicos y, por la otra, minimizando los tiempos de demora –especialmente por lo que refiere a la tramitación de licencias– dados los costes que produce sobre la planificación de nuevos proyectos de obra, más aún cuando la tramitación de los planes de urbanismo de los que depende el sector se extiende más allá de ocho años.


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