Actualizado el 26/09/2024 12:31 Compartir
El Grupo Socialista en Llucmajor ha logrado hacer prosperar la moción presentada en el pleno municipal que rechaza la actividad de las 'macro-granjas', insta al Gobierno y al Consell a su regulación legal, mientras que se propone una moratoria de dos años para impedir la instalación de estas industrias. La moción, defendida por el portavoz del Grupo Municipal Socialista Jaume J. Oliver, va en la misma línea de la iniciativa aprobada el jueves de la semana pasada en el Consell de Mallorca, también presentada por los socialistas, que obtuvo el voto favorable del PP en la sesión del pleno insular.
La actitud del PP respecto a la implantación de estas macrogranjas en Mallorca no ha sido homogénea. El pasado martes el voto de PPVox en el Parlament impidió que prosperara una enmienda socialista al Decreto ley de Simplificación Administrativa, actualmente en tramitación. Una negativa que se contrapone al mandato mayoritario del Consell de Mallorca y también del Ayuntamiento de Llucmajor en contra de las 'macro-granjas', en ambos casos con el aval del voto del PP.
La moción aprobada ayer en Llucmajor, de forma íntegra y por unanimidad, rechaza infraestructuras ganaderas intensivas, como la “macro-granja” aviar de Sineu, y en la que se pide al Gobierno que apruebe una moratoria que evite la implantación de estas explotaciones ganaderas extensivas en tanto que se modifica la legislación en este sentido. Pero además incluye la revisión de la actuación de la instalación que Avícola Son Perot ya explota en Llucmajor.
Oliver ha calificado la aprobación de la moción socialista en el pleno como "histórica", y también ha querido agradecer la presencia y la actitud de los miembros de la plataforma contra la macro-granja proyectada en Sineu, que ha estado presentes en la sala durante la celebración del pleno.
Especialmente relevante ha sido el voto favorable del PP en esta iniciativa socialista, horas después de que el Gobierno de Prohens se haya negado repetidamente a posicionarse en contra de las macrogranjas ya aprobar una moratoria inmediata para impedir la tramitación de proyectos ganaderos de grandes dimensiones, mientras que se tramita una modificación legislativa definitiva que impida de raíz la implantación de estas industrias ganaderas intensivas en Baleares. Hubiera bastado en apoyar la enmienda socialista presentada en la ponencia del Parlamento.
Es difícil entender que en la cuestión de las explotaciones ganaderas intensivas el PP no tenga una posición homogénea, ya que mientras que en el Consell de Mallorca, en Sineu, en María de la Salud y ahora en Llucmajor, la formación expresa el rechazo al proyecto y la solidaridad con las demandas de los vecinos afectados, el Govern no se atreve a adoptar esta misma línea y recoger las demandas de sus alcaldes, del Consell y sobre todo, de los vecinos afectados. Una actitud del Gobierno de Prohens y del conseller Simonet sospechosa de defender intereses privados de la empresa que abandera el proyecto, antes que la postura de los ciudadanos afectados y de las administraciones locales e insulares que ya les han apoyado.
La iniciativa socialista aprobada en Llucmajor incluye también el compromiso para la modificación del Plan Territorial de Mallorca, para que desde el punto de vista urbanístico el Consell también pueda impedir la implantación de este tipo de explotación. En el caso del proyecto de Sineu, la acumulación de 750.000 gallinas ponedoras supondría un elevado impacto en el consumo de agua, la generación de más de 30.000 toneladas de residuos anuales y la sobreocupación de la red viaria, entre otras molestias en todos los vecinos de las poblaciones limítrofes. Unas interacciones que la moción de Llucmajor pretende controlar en referencia a la actividad de la granja avícola actualmente en funcionamiento en el municipio.
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