Actualizado el 09/07/2019 13:27 Compartir
Al contacto con la luz, en estas aguas proliferan las algas y para evitarlo, a lo largo del recorrido del agua hasta el puerto, donde desemboca el torrente, se encuentran varios puntos de tratamiento agresivo con aplicación de fitosanitarios que contribuyen, no sólo a eliminar las algas, sino a eliminar cualquier tipo de flora y fauna acuática que pudiera haber en el torrente. Además, esta agua tratada con fitosanitarios se libera directamente al mar sin ningún tipo de control o filtración posterior.
Lamentamos que EMAYA haga una gestión de espacios tan poco ecológica y opte por vías de intervención que desnaturalizan y alejan a la flora ya la fauna de una de las vías acuáticas más importantes que transcurren por la ciudad y que podría nutrirla de biodiversidad y equilibrio naturalístico. Son varios los ejemplos de iniciativas en capitales de todo el mundo que demuestran que hay alternativas de gestión viables.
Desde el GOB pedimos que se revise el protocolo de tratamiento de aguas a su paso por el centro de la ciudad, se reduzca el uso de desalinizadoras y potabilizadoras y se haga una gestión más integral y sostenible de las aguas potabilizadas. También animamos al reciente consistorio que plantee una hoja de ruta en esta legislatura para todos los espacios y zonas naturales del núcleo de la capital para dar el valor ecológico y la recuperación natural que se merecen.
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