El GOB levanta la alarma por la situación de desprotección del suelo rústico

Este fin de semana ib3 noticias informaba sobre los datos relativos al número de licencias en suelo rústico que se han dado estos dos últimos años (sólo en 2018, 613 nuevas licencias), que demuestran la nueva ola urbanizadora que embiste el suelo rústico, convirtiendo la isla en un continuo urbano que requiere de nuevos accesos y servicios, que muy a menudo va asociado a la construcción de piscinas, el ajardinamiento del territorio con el consiguiente consumo de recursos hídricos, y que no siempre tiene garantizada la evacuación correcto de aguas sucias que acaban contaminando de manera diseminada suelos y acuíferos.

A principios de legislatura, con la constitución de la Plataforma #senselímitsnohihafutur, ya nos adelantamos a la necesidad de poner límites a la urbanización del suelo rústico y al avance de los usos que no le son propios, como son el residencial y el turístico.
Aunque a nuestra petición, no ha habido ninguna paralización de nuevas licencias, ninguna moratoria, ligada a la necesaria revisión de crecimiento prevista en el Plan Territorial de Mallorca, ni ninguna norma dirigida a salvaguardar el suelo rústico general.

Por todo ello, desde el GOB insistimos en la necesidad de abordar desde la responsabilidad, la preservación del suelo rústico general. Este debería ser un compromiso firme de los partidos que se consideran «progresistas» de cara a las próximas elecciones, después de que esta legislatura hagui sido una legislatura totalmente perdida y decepcionante en este sentido.