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Palma y Barcelona, las dos ciudades portuarias de europa más contaminadas por las emisiones de los cruceros

Palma y Barcelona, las dos ciudades portuarias de europa más contaminadas por las emisiones de los cruceros

Actualizado el 06/06/2019 07:06                Compartir

Carnival Corporation, el mayor operador mundial de cruceros, emitió en 2017 casi 10 veces más dióxido de azufre (SOX) alrededor de las costas europeas que el total de los 260 millones de coches de la Unión Europea, Noruega, Islandia, Montenegro y Groenlandia, según revela un nuevo análisis realizado por Transport & Environment (T&E), organización cuya finalidad es lograr la sostenibilidad en el ámbito del transporte.

Royal Caribbean Cruises, el segundo grupo más grande del mundo en este sector, es el siguiente más contaminante en esa clasificación, superando en 4 veces la polución emitida por el conjunto de la flota europea de automóviles. Las emisiones de SOX forman aerosoles de sulfato (SO4) que aumentan los riesgos para la salud humana y contribuyen a la acidificación del medio ambiente terrestre y acuático (1).

En términos absolutos, España, Italia y Grecia, seguidas de cerca por Francia y Noruega, son los países europeos más expuestos a la contaminación por SOx generada por los cruceros.

En cuanto a las ciudades, Barcelona, Palma de Mallorca y Venecia son, por ese orden, las ciudades portuarias europeas más afectadas, seguidas por Civitavecchia (Roma) y Southampton. En concreto, los cruceros que llegaron a Palma en 2017 emitieron casi 10 veces más SOx que todos los coches de la ciudad. En el caso de Ibiza, esta misma ratio alcanzó el valor de 7,36.

España, Italia y Grecia están tan expuestos a esta contaminación no sólo porque son los principales destinos turísticos sino también porque son los que tienen estándares de niveles de azufre en el combustible marino menos estrictos por lo que se permite a los cruceros quemar un combustible mucho más sucio y con mayores niveles de azufre a lo largo de sus costas.

“Los cruceros son ciudades flotantes impulsadas por el combustible más sucio posible. Las ciudades están prohibiendo, con razón, los contaminantes vehículos diésel, pero al tiempo están dando un pase gratuito a las compañías de cruceros que expulsan gases tóxicos que causan un daño inconmensurable tanto a los que están a bordo como a los que habitan las costas cercanas. Esto es inaceptable", declaró Faig Abbasov, coordinador de políticas de transporte marítimo de T&E.

El informe de T&E ha revelado que, en 2017, los 203 cruceros que transitaron por Europa emitieron alrededor de 62.000 toneladas (Tn) de SOX, 155.000 Tn de NOX, 10.000 Tn de partículas (PM) y más de 10 millones de toneladas de CO2.

Es decir, que un número relativamente pequeño de cruceros genera ingentes niveles de contaminación atmosférica. Las elevadas emisiones se deben a que la normativa sobre la calidad del combustible marítimo y las emisiones de sus motores no es lo bastante estricta. A estas razones se añaden el gran tamaño de los motores de los buques y el hecho de que los cruceros pasan más tiempo en los puertos y cerca de la costa.

Según el informe, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX) de los cruceros en Europa también tienen un gran impacto contaminante en algunas ciudades. Estas emisiones son equivalentes aproximadamente al 15% de los NOX emitidos por toda la flota de automóviles de pasajeros de Europa en un año. En Palma, por ejemplo, 87 cruceros emitieron en 2017 tanto NOX como algo más de la mitad (56%) de los 245.000 automóviles de la ciudad. A lo largo de las costas de países como Noruega, Dinamarca, Grecia, Croacia y Malta, un puñado de cruceros también son responsables de emitir más NOX que la mayoría de sus respectivas flotas nacionales de automóviles.

Europa debería implementar en sus puertos un estándar de cero emisiones para los cruceros tan pronto como sea posible, el cual podría posteriormente extenderse a otros tipos de barcos.

El informe de T&E también recomienda la ampliación de Áreas de Control de Emisiones (ECA, en sus siglas en inglés), que actualmente están establecidas solo en el mar Báltico, el mar del Norte y el Canal de la Mancha, al Mediterráneo y resto de los mares europeos.

Además, el informe recomienda regular las emisiones de NOX de los buques existentes, que actualmente están exentos de las normas de NOX que se aplican en las Áreas de Control de Emisiones.

“Hay suficientes soluciones tecnológicamente maduras que permitirían que los cruceros navegasen sin contaminar. La conexión de éstos a la red eléctrica en los puertos en los que atraquen puede ayudar a reducir las emisiones in situ; las baterías son una solución para navegar distancias cortas mientras que la tecnología del hidrógeno puede dar energía para mover incluso los cruceros más grandes. Al parecer, el sector de los cruceros no está dispuesto a hacer el cambio voluntariamente, por lo que necesitamos que los gobiernos intervengan e impongan normas de cero emisiones de obligado cumplimiento", añadió Abbasov.


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