El Govern entrega las distinciones deportivas Cornelius Atticus 2021 a Maria Castañer y a Felipe Bellini

El Govern de les Illes Balears, representado per la presidenta Francina Armengol, la consellera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago, y el director general de Deportes, Carles Gonyalons, ha entregado este lunes las distinciones Cornelius Atticus 2021 a Maria Castañer y a Felipe Bellini.

Esta es la 27ª edición de la máxima distinción deportiva que otorga el Govern y reconoce la trayectoria de Castañer, la cual ha sido impulsora de la natación adaptada, y de Bellini, el cual fue un precursor e impulsor de la práctica del surf a vela en las Illes Balears.

La presidenta del Govern ha elogiado a los dos galardonados, de quienes ha dicho que tienen “dos trayectorias de entrega absoluta al deporte” y que han sido “pioneros al abrir caminos para hacernos mejores como sociedad”. Además, Armengol ha destacado la dedicación de Castañer en “ayudar y animar a los deportistas con capacidades diferentes a practicar el deporte” y la de Bellini para “abrir nuevas especialidades para la vela transmitiendo amor por el mar y la montaña”.

Los galardonados

Maria Castañer (Sóller, 1949) es sinónimo de una intensa trayectoria dedicada a la natación adaptada y a la plena integración social de las personas con diversidad funcional. Desde 1987, ha impulsado programas y proyectos deportivos específicos en el ámbito de la terapia de personas con discapacidad y también se ha dedicado a la natación competitiva, determinante para los éxitos de los deportistas paralímpicos de las Illes Balears. Ha sido una intensa y decisiva luchadora por la eliminación de barreras arquitectónicas, con la instalación de sillas elevadoras en las instalaciones deportivas, sobre todo en las piscinas, en toda la comunidad autónoma. La actual vicepresidenta de la Federación de Deportes Adaptados de las Islas Baleares (FESAIB) ha conseguido convertir en referente el deporte minoritario y que se haya tenido en cuenta para proyectos de integración a asociaciones, centros de rehabilitación y entidades vinculadas a personas con diferente tipo de diversidad funcional.

Felipe Bellini (Port de Pollença, 1934) destaca por toda una trayectoria dedicada en el mundo de la vela, tanto en la comunidad autónoma como internacional. Fue uno de los adalides del surf a vela en las Illes Balears y de los primeros practicantes, distribuidor y organizador de acontecimientos en este ámbito. Fundador del primer Club Náutico del Port de Pollença, en 1959, ha participado en más de 120 regatas. Fue vicepresidente de la Federación Balear de Vela y, como juez internacional de regatas, entre el 1990 y el 2006, participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, en representación de España. Además, fue miembro y presidente de IBSA y miembro del comité del máximo organismo de vela, la ISAF, entre los años 2000 y 2004. Ha participado en campeonatos mundiales y continentales de surf a vela y ha organizado y ha participado como juez de regatas en 23 países.

Máxima distinción deportiva

La distinción Cornelius Atticus reconoce y premia los méritos de las personas físicas que, en el ámbito de las Illes Balears, han dedicado su vida al deporte. Entre los requisitos, los candidatos tienen que haber sido deportistas, dirigentes, técnicos o haber tenido otra función directamente implicada en la promoción del deporte. Además, salvo excepciones, tienen que haber dedicado un tiempo superior a los veinticinco años al desarrollo deportivo dentro del ámbito balear o desde el deporte balear y tienen que haber contribuido a la evolución deportiva de la comunidad autónoma.

Cabe recordar que el premio Cornelius Atticus se otorga desde el año 1996 y que desde el año 2017 también se establece una distinción femenina. Lleva este nombre porque es el primer deportista que se conoce en las Balears. Se trata de un atleta del pancracio (una disciplina de lucha cuerpo a cuerpo) del siglo III, del cual se encontró la lápida con un poema laudatorio inscrito, durante las excavaciones en la ciudad romana de Pol·lèntia (Alcúdia, Mallorca) en 1933. En el acto institucional, se ha hecho entrega de un diploma acreditativo, una reproducción de la lápida y un pin de plata con la misma reproducción.