Nadal remonta un partido increible y escribe la Leyenda del 21 en Australia

La historia se detuvo en Melbourne Park para descubrir si este domingo debía escribirse una nueva página dorada en la leyenda de este deporte. Y es que Rafael Nadal perseguía frente a Daniil Medvedev la posibilidad de convertirse en el jugador con más títulos de Grand Slam. Y así lo hizo, tras una épica remontada por 2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4, 7-5 en cinco horas y 24 minutos.

Nadal conquistó el Grand Slam número 21 de su carrera, dejando atrás la cifra que compartía hasta hoy con Novak Djokovic y Roger Federer. De esta manera, el español pasa a ser en el jugador con más títulos de esta categoría en toda la historia, liderando esta lista por primera vez.

Campeones de Grand Slam
Rafael Nadal – 21
Roger Federer – 20
Novak Djokovic – 20
Pete Sampras – 14
Roy Emerson – 12

Además de los 21 Grand Slam, el manacorí logró una marca igual o más espectacular aún. El español puede presumir de coleccionar los cuatro Grand Slam en dos ocasiones, es decir, su vitrina contempla al menos dos coronas en todos los grandes. Esto es algo que antes sólo lograron Roy Emerson, Rod Laver y Djokovic.

El segundo título en el Abierto de Australia (2009 y 2022) se une a una amplía colección que se ha ido alimentando con 13 trofeos en Roland Garros, 4 más en el US Open y otros dos en el US Open. Y la hazaña llegó después de remontar dos sets en contra por cuarta vez en su carrera.

Remontadas de Nadal con dos sets en contra

El partido no decepcionó desde el inicio. Ya los primeros puntos fueron una tremenda batalla de desgaste en la que ambos se midieron las fuerzas en duros intercambios, que Nadal muchas veces salvó con voleas precisas en la red. Tanto fue así que para resolver los tres primeros juegos fueron necesarios 20 minutos.

Después de salvar dos puntos de quiebre, Nadal no pudo con el tercero en el quinto juego. Medvedev se escapó 4-2. Dos dobles faltas seguidas del español allanaron el camino hacia otro quiebre más, que fue definitivo para decantar el set por 6-2.

Cuando peor pintaba el escenario para el español, resistió hasta encontrar su momento. Y en el cuarto juego del segundo set encontró sus dos primeras oportunidades de quiebre 2-1, 15-40, que no dejó escapar. Se situó 4-1 con su primera ventaja en el encuentro.

Los servicios perdieron autoridad en favor del resto. El intercambio de golpes dio lugar a un quiebre más de Nadal (5-3), que le permitió sacar para cerrar la manga. A pesar de disponer de un punto de set, Medvedev devolvió el quiebre para acabar igualando (5-5). El set llegó hasta un tie-break en el que el ruso decidió con un enorme passing de revés.

Nadal apeló a su instinto de supervivencia para resistir en un partido que ya parecía en el lado del ruso. Sobre todo, cuando el marcador rezaba 4-4 en el tercer set. Fue entonces cuando el español sacó su manual de golpes, fundamentalmente desde el lado del revés para conectar golpes ganadores —14 en este set— y aprovechar los errores del rival (10). Un quiebre en el momento preciso le sirvió para confirmar el set por 6-4.

El escenario cambió por completo. El campeón de 20 Grand Slam no bajó el nivel, mientras Medvedev empezó a dar síntomas de fatiga. Una doble falta en el tercer juego sirvió para que Nadal cerrara su segundo quiebre del partido (2-1). En el terreno de desgaste, de largos puntos hasta la extenuación y de la precisión bajo el yugo del cansancio, el español se hizo grande. Tanto que volvió a ponerse por delante (4-2), respondiendo a un quiebre de su rival.

La atmósfera de remontada empezó a cubrir el ambiente en la Rod Laver Arena. No sólo conservó la distancia hasta el final del cuarto set (6-4), sino que en el definitivo mantuvo el listón. Tomó la iniciativa de los puntos, armó una catapulta desde el revés y aguantó el pulso físico para dar un nuevo zarpazo al marcador.