Sociedad
Crece la demanda de acogida en Es Refugi por el encarecimiento del precio del alquiler

Crece la demanda de acogida en Es Refugi por el encarecimiento del precio del alquiler

Actualizado el 27/11/2018 05:44                Compartir

la Asociación quiere hacer patente el aumento de personas que se han visto obligadas a pedir apoyo a la Entidad, debido al incremento del precio del alquiler. La mayoría de los usuarios que Es Refugi atiende, tanto en el comedor social como en el centro de acogida, son parados de larga duración y mayores de 45 años, que han acabado las prestaciones sociales y si las tienen, cobran menos 450 €, por lo que no pueden ni alquilar una habitación. Este hecho ha comportado que actualmente el centro de acogida de Es Refugi tenga una lista de espera de casi 2 meses.

Cabe destacar que a lo largo del 2017, Es Refugi atendió 108 personas, que se vieron irremediablemente abocadas a pedir ayuda a la Entidad para cubrir sus necesidades básicas como puede ser el alojamiento o la alimentación. El 90% de las personas atendidas por la Asociación no tienen vínculos familiares y si las tienen, están muy deterioradas. El grueso son hombres sin pareja, separados o divorciados. Y es que una situación de marginación provoca que sea muy difícil mantener las relaciones familiares y en este sentido, la familia se configura como un elemento fundamental para evitar la exclusión social.

Además, Es Refugi alerta sobre la cronificación de la pobreza. Aunque el mercado laboral se ha recuperado, no todas las personas tienen las mismas oportunidades. Estar un tiempo sin trabajar disminuye exponencialmente las opciones de conseguir otro trabajo pero si además, se añade el factor de la edad, las posibilidades de encontrar son aún menores. En este sentido, Es Refugi quiere llamar la atención sobre que para las personas mayores de 55 años, que suponen un 52% en el centro de acogida y un 38% en el comedor social, el esfuerzo es casi titánico, dado que muchas veces quedan excluidas para siempre del mercado laboral. Este hecho conlleva que en el futuro, si es que han cotizado lo suficiente, sufran pobreza severa. En 2017, 11 personas de más de 65 años durmieron en el centro.

Asimismo, la Entidad quiere recordar que actualmente tener un trabajo no significa salir de la pobreza, ya que en Es Refugi vienen a comer personas que, a pesar de tener un empleo, el salario que ganan no es suficiente para pagar facturas y la alimentación. Así pues, "los trabajadores pobres" que disponen de un trabajo precario, temporal, inseguro e, incluso a veces, sumergido, son una realidad palpable en la Asociación.

Por otra parte, el 90% de los usuarios que acompañó la Entidad no había alcanzado la primera etapa de la educación secundaria. Por lo tanto, la falta de educación es un claro condicionante para caer en la exclusión social o en otras palabras, a más educación, menos posibilidad de exclusión. En definitiva, la Asociación Altruista Es Refugi quiere poner de manifiesto la necesidad de reforzar las políticas públicas dirigidas a estos colectivos, dado que se encuentran en una situación de vulnerabilidad aguda y casi no pueden optar a una segunda oportunidad.

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