Actualizado el 11/02/2019 17:41 Compartir
La Conselleria de Cultura, Participación y Deportes del Govern de les Illes Balears encargó esta exhumación y el reto de las incluídas en el Plan de Actuación 2018 al equipo técnico de Aranzadi que trabajado desde el pasado domingo día 3 de febrero en la investigación de los cuerpos de los represaliados que podrían encontrarse dentro del pozo. Según la información procedente de varios testigos orales, uno de ellos sería Julià Fullana Mas que en el mes de agosto de 1936 fue detenido, torturado y lanzado vivo, según los testigos, en el pozo de s'Àguila por falangistas. Julià Fullana era hijo de Joan Fullana, uno de los fundadores del partido socialista de Llucmajor y tenía entre 26 y 30 años cuando lo asesinaron. Trabajaba en la cantera de Son Fullana. Además, se piensa que un número indeterminado de trabajadores de las canteras de s'Arenal también fueron lanzados a este pozo, que es el segundo intervenido en pocos meses. Estos datos se incluyen en la investigación de Magdalena Jaume i Josep Quetglas que recoge el Mapa de Fosas de las Illes Balears. Aun así, hasta que no se contrasten las muestras de ADN con los restos hallados no se podrá determinar la identidad de ninguno de los cuerpos.
La consellera Fanny Tur, en la visita en el pozo con los representantes del Ayuntamiento de Llucmajor y la Asociación Memòria de Mallorca, ha destacado que "buscar cuerpos en un pozo, pese a las dificultades técnicas y el esfuerzo, es una de las tareas más duras porque evidencian una crueldad extrema. El pozo de s'Àguila es protagonista de muchas historias locales y será una inmensa satisfacción poder cumplir con el deber de sacar de allí y volver a sus familias los cuerpos de aquellas personas que pagaron tan caro haber trabajado por la democracia".
El equipo de trabajo continuará trabajando esta semana y no se descarta que se puedan encontrar más cuerpos.
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