Los trabajos en el pou de s'Àguila llegan al nivel donde justo debajo podrían estar las víctimas asesinadas

La Conselleria de Cultura, Participación y Deportes continúa trabajando en el pou de s'Àguila, situado en la finca particular del Porxat en la Marina de Llucmajor, mediante el equipo de espeleólogos y arqueológos de la Sociedad Aranzadi, adjudicataria de las exhumaciones previstas en el presente Plan de actuación del Govern de les Illes Balears. Los trabajos, que empezaron el pasado domingo montando los equipos necesarios y de seguridad para llevarlos a cabo, han permitido cinco días después extraer hasta 6 toneladas de basuras, de materia y materiales muy diversos, y bajar hasta 6 metros más abajo de la profundidad que se suponía que tenía el pozo.

En estos momentos se está trabajando en los 47 metros de profundidad y se ha llegado al nivel de sedimentos que indica que se estaría en restos comprendidos entre los años 50 y 40 y donde ya han aparecido piedras que se están extrayendo, debajo de las que podrían yacer los huesos de las víctimas asesinadas por el franquismo que se buscan en esta investigación que, según la información procedente de varios testigos orales, serían Julià Fullana Mas que en agosto de 1936 fue detenido, torturado y lanzado vivo, según testigos, en el pozo de s'Àguila por falangistas. Julià Fullana era hijo de Joan Fullana, uno de los fundadores del partido socialista de Llucmajor y tenía entre 26 y 30 años cuando lo asesinaron. Trabajaba en la cantera de Son Fullana. Además, se piensa que un número indeterminado de trabajadores de las canteras de s'Arenal también fueron lanzados a este pozo, que es el segundo intervenido en pocos meses. Esta es la investigación de Magdalena Jaume y Josep Quetglas que recoge el Mapa de Fosas.

Según la consellera Fanny Tur, "la imaginación de los verdugos les llevaba a la máxima crueldad, echar a personas en pozos, vivas o muertas. Abriremos todas las fosas y excavaremos todos los pozos, todo lo que haga falta para devolver a la gente a su casa. Gracias a los testigos y a los investigadores que han permitido reconstruir esta historia. Por desgracia, Julià no fue el único".

El equipo de trabajo continuará trabajando en el pozo este fin de semana y la semana entrante a fin de que puedan descartar si yacen aún los restos de víctimas de falangistas.