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ABAQUA, dispuesta a aumentar la capacidad de desalación de Eivissa solo para garantizar la demanda actual

Actualizado el 18/02/2020 18:59                Compartir

La Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (ABAQUA) está dispuesta a llevar a cabo actuaciones de mejora en las tres desaladoras de Eivissa únicamente para dar respuesta a la demanda actual con garantías y siempre condicionado a que los ayuntamientos de la isla lleven a cabo una gestión eficiente y racional del recurso.

Así lo han trasladado a los ayuntamientos la directora general de Recursos Hídricos, Joana Garau, el gerente de ABAQUA, Guillem Rosselló y el secretario general, Juan Calvo, en una reunión mantenida, este marte con representantes de los cinco consistorios ibicencos. En este encuentro, se ha expuesto la situación en la cual se encuentran las instalaciones de la isla y los ejes de actuación.

El verano pasado la fuerte demanda urbana obligó a las tres plantas a funcionar a pleno rendimiento, una situación que podría provocar situaciones de desabastecimiento en caso de una pequeña avería justamente en una época en la cual la presión humana se revela más intensa. Por este motivo se ha pedido a los ayuntamientos de la isla que planifiquen qué cantidad de agua desalada necesitarán para todo el año.

El aumento de la producción pasa porque los ayuntamientos incrementen el consumo de agua desalada durante los meses de invierno dejando de exponer, así, las infraestructuras existentes a una demanda irregular que las lleva a límite de su capacidad durante los meses de verano. Para ello, será necesario establecer normas de explotación que planifiquen esta cantidad de agua desalada siguiendo dos criterios técnicos de prioridad.

El primero es establecer el porcentaje de agua desalada contratada respecto al consumo de agua total del municipio. En 2019, en Eivissa era del 90%; en Sant Josep, del 73%; en Sant Antoni, del 57%; en Sant Joan, del 43%; i, en Santa Eulària, del 20%. El segundo criterio a establecer es el consumo invernal de agua desalada.

Estas medidas garantizarán un rendimiento más óptimo de las desaladoras a la vez que acelerará la recuperación de los acuíferos, actualmente en proceso de agotamiento y salinización progresivos.

Igualmente, las administraciones locales deberán mantener los esfuerzos para reducir las pérdidas de agua en las redes de abastecimiento municipal que, actualmente, suponen un tercio del total. En este sentido, cabe recordar que el Plan Hidrológico de las Illes Balears exige que estas pérdidas se sitúen en el 25% en 2021.

Además de la reducción de pérdidas, los municipios deberán comprometerse a construir depósitos de regulación para reservas de agua desalada para los picos de demanda en verano, así como establecer un control a través de sensores de extracción de agua que se hacen a los acuíferos para garantizar su control y recuperación.

Las actuaciones que estudia ABAQUA y que podrían estar terminadas en tres años suponen dos nuevas líneas de producción (una, en la desaladora de Eivissa y, la otra, en la de Santa Eulària) así como la mejora de la eficiencia de las plantas de Eivissa y Sant Antoni. De esta manera, se incrementará la producción diaria de agua desalada de los 44.500 metros cúbicos actuales hasta los 59.000.

Estas mejoras se desvinculan, sin embargo, de futuros crecimientos poblacionales. Y solo se emmarcan en garantizar el abastecimiento de la población actual.

En 2019, Eivissa batió el récord histórico de consumo de agua desalada, con 10,7 millones de metros cúbicos, un 29% más que el año anterior.


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