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La Reserva Marina des Freus de Ibiza y Formentera cumple 20 años multiplicando por ocho la presencia de peces en las aguas superficiales

La Reserva Marina des Freus de Ibiza y Formentera cumple 20 años multiplicando por ocho la presencia de peces en las aguas superficiales

Actualizado el 28/03/2019 13:05                Compartir

Los resultados de la última campaña bianual de seguimiento de peces vulnerables en la Reserva Marina des Freus de Ibiza y Formentera (RMFEF) consolidan la tendencia al alza registrada en el 2016 y configuran un cuadro muy positivo si se comparan con los primeros resultados, obtenidos el año 2000.

Dentro de la reserva integral, y tomando la biomasa como el indicador principal, en las aguas superficiales (hasta 15 m de profundidad) ha habido un incremento medio de un factor x 8. Así, por ejemplo, a s’Espardelló se ha pasado de un valor de 2,6 kg/250 m2el año 2000 en 22,3 kg/250 m2en el 2018. En la estación de s’Espardell se ha pasado de 1,3 en 9,3 kg/250 m2en el mismo periodo de tiempo.

El incremento de biomasa se ha producido tanto por un aumento del número de peces como por la medida de algunas especies. En este sentido, los incrementos más significativos les protagonizan el corvallo (Sciaena umbra), el cabracho (Scorpaena scrofa), la mojarra (Diplodus vulgaris), el mero (Epinephelus marginatus), los merlos (Labrus spp.) y la chopa (Spondyliosoma cantharus).

La población actual de especies vulnerables a la pesca dentro de la reserva integral es más diversa, con mayor densidad y con peces mucho mayores que cuando se creó la reserva marina.

La reserva parcial también ha experimentado cambios positivos. En la zona del Banc, la biomasa se ha multiplicado por 4 entre la primera y la última campaña, mientras que a s’Espalmador el factor de incremento ha sido de x 6. Por otra parte, la zona de Punta Rasa (protegida a partir de la ampliación de 2015 y antes zona de control) presenta ahora 4 veces más biomasa de peces que en los primeros años de estudio. Este incremento se tiene que atribuir en exclusiva a efectos de la eliminación de la pesca submarina, dado que se mantiene la pesca recreativa de embarcación y la profesional de artes menores, y demuestra la rápida respuesta de las poblaciones de peces a la protección hacia aquella modalidad de pesca.

La última campaña también ha constatado, respecto de la de 2016, un incremento de la biomasa en las dos zonas de control (fuera de la reserva), por una mayor densidad de peces y una mayor talla en algunos casos, por lo cual se han alcanzado valores típicos de zonas protegidas en el contexto geográfico de las Islas Baleares. En este sentido, hay que subrayar que las biomasas de peces mesuradas en localidades de Formentera totalmente abiertas a la pesca eran, hacia el año 2000, en torno a 0,8-1,9 kg/250 m2, mientras que en el 2018 se han medido biomasas de 4,9 kg/250 m2.

Este escenario queda reforzado por los resultados de las aguas más profundas (20-25 m), con un incremento de biomasa de x 2,7 a s’Espardelló, una estabilización a s’Espardell y un incremento de x 2,5 en las zonas parcialmente protegidas.

La décima campaña de seguimiento de peces vulnerables a la pesca en la RMFEF se realizó en octubre de 2018 y forma parte de una serie temporal, aproximadamente bianual, en un ámbito de protección de casi veinte años (1999-2018). El seguimiento se materializa mediante la técnica, inocua para los peces, de los censos visuales con escafandra autónoma. Se han llevado a término 99 transectos en aguas superficiales (5-15 m) y 27 en aguas profundas (20-25 m), que han implicado un total de 21 horas de inmersión.

A pesar de los resultados positivos generales, los autores advierten de la importancia de mantener e incluso de mejorar el servicio de vigilancia, dado que hay signos de persistencia de actividad de pesca ilegal, entre los cuales destaca la ausencia total de meros en la estación de Daus, muy próxima a la ciudad de Ibiza, donde hay un hábitat excelente para este grupo de especies.

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