Actualizado el 05/09/2019 17:24 Compartir
La formación que se ofrece se fundamenta principalmente en las áreas de la lingüística y de la filología, en particular de la catalana, pero también incluye aportaciones otras áreas, como por ejemplo la psicología o la pedagogía. Se dirige al logro de las competencias necesarias para actuar como dinamizador lingüístico. La dinamización lingüística se entiende como la promoción del cambio (eliges, hábitos, preferencias, motivación, actitudes, usos, presencia de la lengua…), enmarcado en el proceso de normalización de la lengua catalana que actualmente se impulsa desde los varios ámbitos de la sociedad: tanto desde las instituciones públicas como también desde entidades no gubernamentales.
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