Sucesos

Desmantelan en Santa Eulària un asentamiento ilegal para 20 personas con cantina y una plantación de marihuana

Actualizado el 02/05/2016 19:00                Compartir

El Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu, con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, ha desmantelado un asentamiento ilegal en Sa Font des Saig que, según el Consistorio, suponía un grave riesgo para el medio ambiente ya que en la zona se acumulaban residuos y elementos potencialmente peligrosos y además, las infraviviendas no tenían ningún servicio para realizar una correcta gestión de los residuos, por lo que muchos puntos podían ser el foco de incendios forestales peligrosos para las personas y para el medio natural al estar cerca de una zona frondosa y de difícil acceso considerada como ANEI.

Según han informado desde el Consistorio, el asentamiento tenía capacidad para 20 personas y contaba con una "cantina", baños comunales y además existía una plantación de marihuana con 15 plantas.

Los servicios municipales han advertido al propietario del terreno que debe retirar los elementos ilegales o peligrosos y, de no hacerlo, el Consistorio ejecutará los trabajos y le repercutirá después la factura.

Igualmente, se han abierto procedimientos para determinar las responsabilidades por las posibles infracciones medioambientales y urbanísticas detectadas.

Desde el Consistorio han explicado que han dado traslado al Govern por si debe actuar dentro de sus competencias y, en concreto, se valora si debe trasladar al caso a Fiscalía para determinar si hay un delito contra el medio ambiente.

También se informará al Consell por si existe una actividad de alquiler turístico irregular.

Según el Ayuntamiento, la denuncia por las posibles irregularidades llegó en julio de 2014 a la Conselleria de Medi Ambient del Govern, que documentó la situación, aunque el expediente tuvo registro de entrada en el Consistorio el 21 de marzo.

Ante la magnitud del asentamiento y la gran variedad de elementos a inspeccionar, los servicios jurídicos organizaron un dispositivo con la Policía Local, personal de Medio Ambiente y Urbanismo y agentes del Seprona.

Medi Ambient del Govern no participó por falta de personal.

En las primeras semanas de abril se revisó la zona, encontrando una docena de infraviviendas de todo tipo, algunas instaladas en viejas caravanas.

Muchas disponían de conexión eléctrica ilegal y estaban en condiciones peligrosas.

Asimismo, existían salidas de humo cerca de árboles o bombonas de butano en distintos sitios.

Igualmente, la inspección descubrió vehículos abandonados que contenían fluidos y elementos potencialmente peligrosos para el medio ambiente.

Todo el conjunto se había alzado en una propiedad con una vivienda de obra que presentaba modificaciones sin licencia.

En la entrada contaba con una placa de vivienda turística y se sospecha que las infraviviendas también podrían tener este uso.


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